jueves, 20 de enero de 2022

Confiando en la Autoridad de la Iglesia 20 de enero de 2022 Jueves de la segunda semana del tiempo ordinario

 



Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!

Confiando en la Autoridad de la Iglesia
20 de enero de 2022
Jueves de la segunda semana del tiempo ordinario
Lecturas para hoy

San Fabián, Papa y mártir—Memoria facultativa

San Sebastián, mártir—Memoria facultativa

Y cada vez que lo veían espíritus inmundos, se postraban delante de él y gritaban: “Tú eres el Hijo de Dios”. Les advirtió severamente que no lo dieran a conocer. Marcos 3:12

En este pasaje, Jesús reprende a los espíritus inmundos y les ordena que se abstengan de darlo a conocer a los demás. ¿Por qué lo hace?

En este pasaje, Jesús ordena a los espíritus inmundos que permanezcan en silencio porque no se puede confiar en su testimonio de la verdad de quién es Jesús. No se puede confiar en ellos. La clave para entender aquí es que los demonios a menudo engañan a otros al decir alguna verdad de una manera un poco errónea. Mezclan la verdad con el error. Por lo tanto, no son dignos de decir ninguna verdad acerca de Jesús.

Esto debería darnos una idea de la proclamación del Evangelio en general. Hay muchos a quienes escuchamos predicar el Evangelio, pero no todo lo que escuchamos o leemos es completamente confiable. Hay innumerables opiniones, personas que dan consejos y predicadores en nuestro mundo de hoy. A veces, el predicador dirá algo bastante cierto, pero luego, a sabiendas o sin saberlo, mezclará esa verdad con pequeños errores. Esto hace un gran daño y desvía a muchos.

Entonces, lo primero que debemos tomar de este pasaje es que siempre debemos escuchar atentamente lo que se predica y tratar de discernir si lo que se dice está o no completamente en unión con lo que Jesús ha revelado. Esta es la razón principal por la que siempre debemos confiar en la predicación de Jesús tal como se revela a través de nuestra Iglesia. Jesús garantiza que Su verdad se habla a través de Su Iglesia. Por lo tanto, el Catecismo de la Iglesia Católica, las vidas de los santos y la sabiduría de la autoridad docente del Magisterio siempre deben usarse como base para todo lo que escuchamos y predicamos a los demás.

Reflexiona, hoy, sobre cuán completamente confías en nuestra Iglesia. Claro, nuestra Iglesia está llena de pecadores; todos somos pecadores. Pero nuestra Iglesia también está llena de la plenitud de la verdad y debéis entrar en una confianza profunda de todo lo que Jesús os ha revelado y os sigue revelando a través de Su Iglesia. Ofrece una oración de gratitud este día por la autoridad docente de la Iglesia y vuelve a comprometerte a aceptar plenamente esa autoridad.

Mi Señor de toda verdad, te agradezco por el don de tu Iglesia. Hoy, te agradezco especialmente por el don de la enseñanza clara y autorizada que me llega a través de la Iglesia. Que siempre confíe en esta autoridad y ofrezca una sumisión total de mi mente y voluntad a todo lo que Tú has revelado, especialmente a través de nuestro Santo Padre y los santos. Jesús, en Ti confío. 



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