Viernes semana primera Tiempo Ordinario (14 enero 2022)
Publicado el jueves, 13 enero 2022| Comentarios desactivadosen Viernes semana primera Tiempo Ordinario (14 enero 2022)
De Corazón a corazón: 1Sam 8,4-7.10-22 (El pueblo pide un rey a Samuel); Mc 2,1-12 (Jesús “les anunciaba la palabra… Le trajeron un paralítico… Hijo, tus pecados te son perdonados”)
Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: Jesús convive con cada persona humana, compartiendo con ella su misma historia: trabajo, familia, salud, preocupaciones, pecados, vida privada. Sólo Dios hecho hombre, el único Salvador, puede hacer así, sin herir la libertad humana. A Él le hieren nuestros pecados (como un “no” al Amor) y sólo él puede perdonarlos. En la práctica religiosa tenemos muchos ídolos y preferencias (casi siempre desconocidos), al margen del proyecto de Dios. Pocos se dejan sorprender por él. El ser humano encuentra su “descanso” en los planes salvíficos de Dios por Cristo y en el Espíritu. El corazón se siente realizado cuando se abre generosamente al amor. Cristo se hace encontradizo con cada redimido, para asumir su historia concreta. Nunca estamos solos. La vida tiene sentido en él.
*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: María pronunció muchas veces el nombre de “Jesús” (Salvador); y vio este nombre “escrito en la cruz”, cuando el Señor le dijo: “He aquí a tu hijo” (Jn 19,20.26). “En su corazón de madre comprende que la gloria del Altísimo pasa por la humildad: acoge el designio de la salvación por el cual Dios debía estar en un pesebre… Y María va así, hasta el calvario, meditando y custodiando, custodia y medita” (Papa Francisco, 1 enero 2022)
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De Corazón a corazón: 1Sam 8,4-7.10-22 (El pueblo pide un rey a Samuel); Mc 2,1-12 (Jesús “les anunciaba la palabra… Le trajeron un paralítico… Hijo, tus pecados te son perdonados”)
Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: Jesús convive con cada persona humana, compartiendo con ella su misma historia: trabajo, familia, salud, preocupaciones, pecados, vida privada. Sólo Dios hecho hombre, el único Salvador, puede hacer así, sin herir la libertad humana. A Él le hieren nuestros pecados (como un “no” al Amor) y sólo él puede perdonarlos. En la práctica religiosa tenemos muchos ídolos y preferencias (casi siempre desconocidos), al margen del proyecto de Dios. Pocos se dejan sorprender por él. El ser humano encuentra su “descanso” en los planes salvíficos de Dios por Cristo y en el Espíritu. El corazón se siente realizado cuando se abre generosamente al amor. Cristo se hace encontradizo con cada redimido, para asumir su historia concreta. Nunca estamos solos. La vida tiene sentido en él.
*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: María pronunció muchas veces el nombre de “Jesús” (Salvador); y vio este nombre “escrito en la cruz”, cuando el Señor le dijo: “He aquí a tu hijo” (Jn 19,20.26). “En su corazón de madre comprende que la gloria del Altísimo pasa por la humildad: acoge el designio de la salvación por el cual Dios debía estar en un pesebre… Y María va así, hasta el calvario, meditando y custodiando, custodia y medita” (Papa Francisco, 1 enero 2022)

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