domingo, 7 de noviembre de 2021

Oración y humildad 7 de noviembre de 2021 Trigésimo segundo domingo del tiempo ordinario, año B

 



Reflexiones diarias católicas
¡Mi vida católica!

Oración y humildad
7 de noviembre de 2021
Trigésimo segundo domingo del tiempo ordinario, año B
Lecturas de hoy

“Cuidado con los escribas, a quienes les gusta andar con largas túnicas y recibir saludos en las plazas, los asientos de honor en las sinagogas y los lugares de honor en los banquetes. Devoran las casas de las viudas y, como pretexto, recitan largas oraciones. Recibirán una condena muy severa ". Marcos 12: 38–40

Es importante notar aquí que Jesús dice: "Recibirán una condena muy severa". Estas palabras son dichas por Aquel que es la fuente de misericordia y gracia. Su corazón está lleno de bondad y compasión, es manso y perdonador, y no quiere nada más que nuestra salvación eterna. Y, sin embargo, Jesús tiene claro que los escribas serán condenados severamente.

¡Lo primero que debemos pensar es que no queremos ser como los escribas! No queremos recibir una condena similar. Por lo tanto, debemos evitar su estado de pecado. De modo que surge la pregunta: "¿Qué pecado de los escribas les valió esta severa condenación?"

La conclusión es que fueron fraudes. Fueron consumidos por el deseo de "lugares de honor". Es evidente que trataron mal a los demás: "Devoran las casas de las viudas". Lo que es peor, se presentaron como personas de oración cuando claramente no lo eran. Como resultado, Jesús los condenó severamente.

Entonces, ¿qué aprendemos de sus errores? Deberíamos aprender al menos las siguientes dos lecciones:

1) El verdadero “lugar de honor” es el lugar de la mayor humildad. El verdadero honor, a los ojos de Dios, se encuentra cuando servimos sin previo aviso y damos sin reconocimiento. De esta manera, nuestro dar y servir se hace puramente por una motivación de amor y no por intenciones egoístas. La persona humilde no busca ser alabada y honrada por el amor que da. El acto de dar y servir es en sí mismo el regalo que reciben.

2) Recitar oraciones largas no es lo mismo que orar. La oración se trata de una cosa. Se trata de entrar en comunión con Dios. Se trata de establecer una relación con Él de una manera profunda, hermosa y duradera. Se trata de amor. La oración no es para lucirse ni para ganarse la admiración de los demás.

Reflexione hoy sobre el severo juicio que Jesús pronunció contra los escribas. Sepa que esto se hace, en parte, para enseñarnos qué evitar en la vida. Evita todo orgullo egoísta. Busque la humildad y la oración verdadera y será grandemente bendecido.

Señor, ayúdame a ser una persona de verdadera oración y adoración. Ayúdame a ser humilde y sincero. Ayúdame a amarte solo por amor a Ti. Jesús, en Ti confío.



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