lunes, 22 de enero de 2018

La salvación toca la puerta. San Marcos (1,14-20)

La salvación toca la puerta. San Marcos (1,14-20)

Comentario al evangelio.


Hoy nuestro Señor Jesús da inicio a su ministerio de salvación proclamando: Se ha cumplido el plazo. La esperanza de los católicos se reaviva con estas palabras tan profundas, no hay porque esperar, ya es una realidad de salvación, Jesús comienza su caminar a llevar a los hombres a la salvación y la asamblea eucarística se alegra porque la santa palabra sonara como como un estruendo de aguas bravas para añadirse en nuestro corazón, pues Jesús nos invita a su discipulado, empezar a configuración con Jesús, para el comentario citamos todo el texto y posteriormente se hará el comentario más pertinente:
Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios.
Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago.
Jesús les dijo: «Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.
Para deleitar en la palabra del Señor, podemos dividir estos versículos en 3 partes: (1) Fin del profetismo del antiguo testamento; (2) Jesús arranca su ministerio salvífico; (3) los primeros discípulos.

1.- Fin del profetismo del antiguo testamento.
Juan el bautista es la figura representativa de los profetas del antiguo testamento, su misión es hacer la llamada al pueblo para preparar la llegada del tan ansiado Mesías, en un ambiente de purificación, penitencia, conversión, aceptación de las acciones santas del ungido de Dios. San Marcos narra que Juan es encarcelado por culpa del evangelio, por anunciar y denunciar: “Cuando arrestaron a Juan”. El evangelista hace mención que ha terminado la etapa de los profetas: Heb 1:1 Muchas veces y de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas. Ahora es el tiempo del mesías, del salvador y el mismo evangelista San Marcos cita: Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. No somos desechables, lo que somos instrumentos de Dios para nuestros hermanos y sí la misión ha terminado es para la gloria de Dios, otros proseguirán el plan de Dios.
2.-Jesús arranca su ministerio salvífico.
Jesús empieza a predicar en Galilea el evangelio, Galilea se convertirá en su punto estratégico de trabajo evangelizador. Galilea y sus alrededores serán los primeros testigos de escuchar la voz de Jesús y del inicio del ministerio salvífico de Jesús: Heb 1:2 En estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo a quien instituyó heredero de todo, por quien también hizo el universo.
Jesús anuncia la llegada del reino de Dios, amor paternal de Dios se chorrea, se derrama por los hombres: Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio. Nadie es excluido, la espera tiene su recompensa, las plegarias al Padre han sido escuchadas. Jesús es ahora el nuevo profeta, el nuevo maestro, la plenitud del ungido de Dios y el salvador por antonomasia.
3.- Los primeros discípulos.
Los versículos del 16 al 20 narran la llamada a los primeros 4 discípulos de manera oficial. Pescadores por oficio y hermanos, trabajan en la misma zona, el lago de Galilea. Jesús es considerado profeta y maestro, estos dos títulos ameritan seguidores, Jesús los llama, empezando así su discipulado, concentrando primero a 12 que representan las tribus de Israel en primera instancia y posteriormente representarán diversos simbolismos.
Hay algo muy valioso que hacen estos primeros 4 discípulos: “dejar sus redes”, “dejar sus seres queridos”, “dejar su trabajo”, “dejar el mundo”, para irse a vivir con Jesús. Todo lo que gira en sus vidas ahora gira alrededor de Jesús.
Conclusiones.
Cada uno de nosotros recibimos la buena noticia de salvación de Jesús. Sí alguno no la ha escuchado, la Iglesia se encarga de hacer ese anuncio por medio de los bautizados. No tiene que esperar más Jesús está presente, no tiene que añorar la salvación es vigente, el reino de Dios tiene sus puertas abiertas.
Seguir a Jesús nos conduce a ser sus discípulos, no solo pescadores, o campesinos, o recaudadores, sino obreros, empresarios, estudiantes, médicos, cibernautas, amas de casa, políticos etc. El bautista fue el que empezó a tocar la puerta para recibir a Jesús, Jesús ahora toca los corazones para salvarlos. Jesús toca la puerta para ofrecer la salvación y reino a los hombres.
Apocalipsis es muy redundante: Ap 3:20 Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo. Hoy en la asamblea (misa) quiere seguir cumpliendo su palabra para todos, además quiere seguir formando a sus queridos discípulos que somos nosotros.
Ha iniciado el camino a la salvación y Jesús va encabezando el ministerio para llevar al Padre a todos los hombres tocando la puerta de su vida.

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