domingo, 29 de octubre de 2017

Liturgia de las horas P. Paco Rebollo SIERVOS DEL DIVINO AMOR. OFICIO DE LECTURA, LAUDES, HORAS INTERMEDIAS, VÍSPERAS Y COMPLETAS

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30 DE OCTUBRE LUNES XXX DEL T. ORDINARIO


De la Feria. Salterio II


OFICIO DE LECTURA


INVITATORIO


Si ésta es la primera oración del día:


V. Señor abre mis labios

R. Y mi boca proclamará tu alabanza

Se añade el Salmo del Invitatorio con la siguiente antífona:


Ant. Demos vítores al Señor, aclamándolo con cantos.

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,

demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,

soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,

bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:

«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años

Lun 30 Oct Evangelio del día Trigésima semana del Tiempo Ordinario - Año Impar

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“ Mujer, quedas libre de tu enfermedad ”
Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8,12-17
Estamos en deuda, pero no con la carne para vivir carnalmente. Pues si vivís según la carne, vais a la muerte; pero si con el Espíritu dais muerte a las obras del cuerpo, viviréis. Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios. Habéis recibido, no un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: «¡Abba!» (Padre). Ese Espíritu y nuestro espíritu dan un testimonio concorde: que somos hijos de Dios; y, si somos hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, ya que sufrimos con él para ser también con él glorificados.

Salmo
Sal 67,2.4.6-7ab.20-21 R/. Nuestro Dios es un Dios que salva
Se levanta Dios, y se dispersan sus enemigos,
huyen de su presencia los que lo odian.
En cambio, los justos se alegran,
gozan en la presencia de Dios, rebosando de alegría. R/.

Padre de huérfanos, protector de viudas,
Dios vive en su santa morada.
Dios prepara casa a los desvalidos,
libera a los cautivos y los enriquece. R/.

Bendito el Señor cada día,
Dios lleva nuestras cargas, es nuestra salvación.
Nuestro Dios es un Dios que salva,
el Señor Dios nos hace escapar de la muerte. R/.

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 13,10-17
Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga. Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y andaba encorvada, sin poderse enderezar.
Al verla, Jesús la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad.» Le impuso las manos, y en seguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios.
Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la gente: «Seis días tenéis para trabajar; venid esos días a que os curen, y no los sábados.»
Pero el Señor, dirigiéndose a él, dijo: «Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata del pesebre al buey o al burro y lo lleva a abrevar, aunque sea sábado? Y a ésta, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no había que soltarla en sábado?»
A estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba de los milagros que hacía.

Reflexión del Evangelio de hoy
¿Una mujer encorvada, ya entonces?
Por lo que sabemos, en tiempos de Jesús había muchas mujeres “encorvadas”; y niños, y enfermos, y pobres y los apodados “publicanos”. La mujer que se encuentra hoy Jesús lleva con esa enfermedad 18 años, y no fue a verla al hospital sino a la sinagoga. Quizá nos sirve de cierto consuelo pensar que es normal que sucediera, estaban muy atrasados en casi todo. Por desgracia, las cosas no son así. Creo que hemos avanzado mucho en sanidad, en seguridad social, en el trato y estima de los niños, pero pienso también que la mujer sigue “encorvada”. No sé si más o menos que en tiempos de Jesús, pero parece claro que sigue sin estar erguida como el varón a todos los efectos. La del Evangelio, llevaba 18 años; las de ahora lo saben ellas. Aquélla fue curada en la sinagoga; Jesús hoy quizá las encontrara también, con más facilidad que a los hombres, en la iglesia.

El hecho es que Jesús realiza el milagro, por propia iniciativa. Quizá la mujer no se consideraba digna ni siquiera de pedirlo; pero supo agradecerlo: “Se puso derecha y glorificaba a Dios”. Hoy somos nosotros, los seguidores de Jesús, los que tenemos que “imponer las manos” sobre las mujeres encorvadas, a ejemplo de Jesús, para que, “derechas”, erguidas, puedan, ellas también, glorificar a Dios con dignidad, seguridad y alegría. 

Levántate, aunque sea sábado
Uno de los imperativos que más repite Jesús, en formas distintas, es “levántate”, hoy, en la forma de “mujer, quedas libre de tu enfermedad”. Porque a Jesús no le gustaban las personas encorvadas por la enfermedad, por la pobreza, por la injusticia, por lo que fuera.  En el AT, Yahvé es presentado como “el que endereza a los que se doblan” y “el que levanta de la basura al pobre”; y en NT vemos a Jesús que no hace otra cosa que curar, salvar, transmitir vida, liberar.

“Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados”, todos los encorvados por la vida, “y yo os aliviaré”, y os sanaré y liberaré (Mt 11,28). Jesús no pudo hacerlo con todos los encorvados que había en Israel en aquel tiempo, pero tuvo suficientes gestos de curación y liberación para que no olvidemos nunca cuál es su deseo. Y llamó hipócrita al jefe de la sinagoga porque se escandalizó de que el signo de hoy lo hiciera en sábado.

Quizá hoy más que nunca necesitamos escuchar de Jesús “levántate”, para poder decirnos los unos a los otros palabras similares. Somos sus seguidores y los que oficialmente hacemos sus veces. Se respira demasiada agresividad, demasiado estrés, demasiado cansancio y agobio. Seguro que si, siguiendo su encomienda, vamos a él, le escucharemos su idea favorita: “Levántate y echa a andar”; pero erguido, con la cabeza bien alta, como hijo, no como esclavo, ni siquiera como siervo. Jesús dice hoy de la mujer: “Ésta, que es hija de Abrahán”.

¿Recuerdas la última vez que Jesús te dijo: “Tranquilo/a, quedas libre de tu pecado, de tu enfermedad, de tu enfado, de tu malestar?
¿Soy consciente de que Dios me quiere liberado, limpio, transparente, aunque tenga que echarme una mano en domingo?


Fray Hermelindo Fernández Rodríguez
La Virgen del Camino

Santo Rosario en Video - Misterios de Gozo - Lunes y Sábado

¿Cómo dejar que Cristo sane mis heridas en la oración?



Oración Cristiana

La oración es una cita con el Médico de nuestras almas, nuestro Creador y Redentor.


Por: P. Guillermo Serra, LC | Fuente: La-oracion.com 




La oración es una cita con el Médico de nuestras almas, nuestro Creador y Redentor. El conoce y guarda nuestras entradas y salidas (Salmo 120), nuestra historia, nuestras heridas, nuestras miserias y también nuestros deseos de sanar, de vivir y caminar en su presencia (Salmo 144)

Al hacer silencio en la oración, acallo mis heridas, mi dolor, mis "por qués", mis frustraciones y fijo mi mirada en el Divino doctor. Dejo así que sea Él quien me pregunte por mis heridas, cicatrices, mi historia.

Me sorprenderé si le dejo hablar. Él las conoce mejor que yo. Él estuvo y está presente, a mi lado, me ha cargado y me cargará para que no sufra tanto el peso de estas heridas. Es más, Él ha experimentado primero estas heridas en su propia carne y por ellas, hemos sido curados (Isaías 53,5)

Descubro que Él no está tan lejos, no estuvo tan lejos. Que necesito que Él me cuente mi historia, como lo hizo con los discípulos de Emaús (Lucas 24). Pedirle que camine conmigo, que se quede en mi casa, en mi corazón. Que parta su pan en mi presencia, que coma con Él la Eucaristía y que así yo pueda vivir y alimentarme de sus heridas y de su Pasión.

¡Sáname, Señor!



Santo Evangelio según San Lucas 13, 10-17. Lunes XXX del tiempo ordinario.


Por: H. Adrián Olvera, L.C. | Fuente: missionkits.org 


En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, libérame de la mayor enfermedad…aquella del corazón.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Lucas 13, 10-17

Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga. Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu malo, y andaba encorvada, sin poderse enderezar. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: "Mujer, quedas libre de tu enfermedad." Le impuso las manos y, al instante, la mujer se enderezó y empezó a alabar a Dios.

LA GRACIA del Lunes 30 de Octubre de 2017


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Sermón 1124

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Evangelio y homilía del Domingo 29 de octubre de 2017 (de nazaret.tv)

CATALINA DE SIENA, LA SANTA QUE MÁS HA AMADO A LA IGLESIA

Catalina de Siena, la santa que más ha amado a la Iglesia


El compromiso con el servicio de la Iglesia y el mundo es, para cada cristiano, una necesidad derivada de su vocación bautismal. La Toscana Santa Catalina de Siena (1347-1380), que vino a ver al Papa en Aviñón, la manifiesta totalmente, hasta que recibe la santidad. Buen ejemplo para todos, invitados a vivir por la gracia de la evangelización.
Hermano Norbert-Marie Sonnier, op. Dominicano de Rennes
Hermano Norbert-Marie Sonnier, op.
Dominicano de Rennes
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Fuentes documentales
La santidad de un niño modesto. Catherine Benincasa nació en Siena (Toscana, Italia central) el 25 de marzo de 1347, que fue el Domingo de Ramos y el Día de la Anunciación. Ella mantendrá un vínculo místico con Cristo y una devoción especial a María, su "dulce madre". Ella viene al mundo con un gemelo que sobrevivirá solo unos pocos días; son los hijos 23 y 24 de la familia que tendrán al final 25. El padre es tintorero, la madre tiene la casa que todavía se puede ver en el distrito de Fontebranda,en el norte de Siena. Y ya la cuestión de la mujer que se convertiría Santa Catalina de Siena cómo esta mujer joven, yacía, analfabeta, de origen modesto, llegará a ser el interlocutor del gran mundo de su tiempo (papas, cardenales, reyes , reinas, etc.)? La respuesta radica en su santidad. Catalina se benefició muy pronto de gracias místicas, y su vida es una respuesta continua para realizar la voluntad de Dios, hasta el punto de que su voluntad y la de Dios son idénticas. Para llegar a este punto, es su enseñanza espiritual, no hay otra manera que matar su propia voluntad y autoestima que son un veneno y la raíz de todos los males del mundo. 

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Una relación íntima con Cristo.Su experiencia espiritual comienza con una visión que ella ve en el cielo, sobre la iglesia dominicana en Siena: Cristo se le aparece vestido con ornamentos pontificios, con los apóstoles Pedro, Juan y Pablo. Catherine es muy joven, tiene seis años, pero esta visión la marcará para siempre. En una de sus apariciones, Jesús quitó el corazón del pecho de Catalina y puso el suyo en su lugar. En otro, ella recibió los estigmas. Parece que varias veces en el momento de la Comunión, el anfitrión escapó de las manos del sacerdote para volar a Catalina. Toda su vida fue un milagro. Por un lado, su relación con Cristo será una intimidad de todos los tiempos, como se describe en esta palabra de Cristo: "Piensa en mí, pensaré en ti. "Por otro lado, el Cristo con la Ropa Papal será el origen de un calificador para hablar del Papa: el Soberano Pontífice se llamará "el dulce Cristo en la tierra" . Por lo tanto, gracias a su compromiso con la Iglesia, ella será llamada "una santa que probablemente haya amado más a la Iglesia" . 

almas del purgatorio



Maravillosas revelaciones recibidas por una humilde mujer sobre las Benditas almas del purgatorio:

María Simma era una anciana mujer que vivió hasta el diá de San José del año 2004 en las montañas austríacas. Desde temprana edad ella recibió de Dios el don de recibir la presencia sobrenatural de las almas del Purgatorio, que acuden a ella en busca de oración y ayuda para acortar su tiempo de expiación. Sor Emanuel, muy reconocida por aquellos que conocen la aparición de María en Medjugorje, tuvo la oportunidad de realizarle un reportaje en su humilde casa en la montaña, el cual fue documentado en un hermoso libro.

Extractamos aquí algunas partes importantes de este libro titulado "El maravilloso secreto de las Almas del Purgatorio - Sor Emanuel y María Simma"  (prácticamente la totalidad del libro está reflejada en nuestro artículo).

María Simma tuvo desde niña un especial interés por las almas del Purgatorio, y fue esa la misión que Dios le dio para esta vida cuando tuvo la edad de 25 años. Adecuadamente asistida por su confesor y director espiritual, y bajo el cercano seguimiento del Obispo del lugar, María vive una vida donde la Presencia sobrenatural se vuelve cotidiana. Las almas se presentan a ella buscando ayuda, y también dando testimonio de sus sufrimientos, su vida en la tierra y su deseo profundo de llegar cuanto antes a estar en la Presencia de Dios en forma definitiva.

Los conocimientos que las almas del Purgatorio le refieren son una hermosa y fuerte confirmación de toda la Doctrina sobre la que se funda la Iglesia Católica, y una invitación a todos nosotros a vivir una activa y sincera práctica de los sacramentos. Pero, por sobre todo, María Simma nos invita a una práctica cotidiana del amor como la puerta más importante para la salvación de nuestra alma. El amor cura y cubre muchos de nuestros pecados, a la hora de nuestro juicio particular.

Descubra en este testimonio muchas de las confirmaciones que su corazón estaba buscando, ya que Jesús y María se expresan a través de las palabras de María Simma, invitándonos a una conversión sincera y profunda, basada en el amor por Dios y por todos nuestros semejantes. Nuestra Santa Iglesia florece en las palabras de esta humilde mujer, cuyo amor por Dios la ha llevado a grandes y constantes sacrificios. Un alma humilde puede obrar muchos milagros, ya que agrada a los ojos del Creador, que la toca con la gracia y la convierte en un instrumento de evangelización. Eso es, en breves palabras, María Simma.

Al final de la vida se nos examinará del amor


AL FINAL DE LA VIDA SE NOS EXAMINARA DEL AMOR

Por José María Martín OSA

1.- "¿Cuál es el mandamiento principal de la Ley?". En el evangelio del domingo pasado observamos cómo los fariseos quieren comprometer a Jesús para que responda si hay que obedecer a Dios o al Estado. Jesús aclara que la obediencia a Dios no impide los derechos de los ciudadanos. En esta misma línea, los fariseos vuelven al ataque, "para ponerlo a prueba" con esta pregunta: "¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?". Ellos eran celosos cumplidores, al menos aparentemente, de las 613 leyes prescritas para todo buen judío. Jesús responde con las palabras del Deuteronomio: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu ser" (Dt. 6,5), es decir con las tres facultades que definen la persona humana. Todo judío, según este texto, debía poner estas palabras en la frente, atarlas en su mano, escribirlas en las jambas de su casa.

El que ama a Dios y al prójimo cumple la ley entera y los profetas



EL QUE AMA A DIOS Y AL PRÓJIMO CUMPLE LA LEY ENTERA Y LOS PROFETAS

Por Gabriel González del Estal

1.- “Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón, con toda tu alma, con todo tu ser. Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas. Lo primero que quiero decir es que lo más original de Jesús en estas frases es que equipara, declara semejante al mandamiento de amar a Dios el mandamiento de amar al prójimo. Es decir, que nadie puede amar cristianamente a Dios si no ama cristianamente al prójimo y nadie puede amar cristianamente al prójimo si no ama cristianamente a Dios. Las palabras “amor” y “amar” se emplean y se han empleado con múltiples significados en nuestra vida cotidiana. Por “amor” o “desamor” se puede matar y salvar, construir o destruir, ser feliz o desgraciado. Por eso, es necesario, cuando los cristianos hablamos de amor, añadir a esta palabra el adjetivo “cristiano”. Pues bien, dicho esto, es importante que reflexionemos sobre estas palabras de Jesús: el mandamiento del amor a Dios y al prójimo sostienen la Ley entera y los profetas. En este caso, al decir: amar la Ley entera, se refiera a la Ley judía expresada principalmente en los libros bíblicos que componen el Pentateuco. Esto lo hacían escrupulosamente los fariseos, a los que Jesús tantas veces criticó. Se trata, pues, de amar también y cumplir lo que dicen los profetas bíblicos. A muchos profetas bíblicos: Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel, etc. los persiguieron y a algunos los mataron judíos que se creían fieles cumplidores de la Ley. Los profetas exigen no sólo cumplir la letra de la Ley, sino cumplir con el verdadero espíritu a la Ley, que no es otro que amar cristianamente a Dios y al prójimo. Es en este sentido en el que debemos preguntarnos nosotros, los cristianos, ahora: ¿cumplimos el mandamiento principal de Jesús, su evangelio, fijándonos no sólo en la letra, sino en el espíritu de lo que dice? La ley de Jesús, su mandamiento nuevo y principal, es amar a Dios y al prójimo como él nos amó. Si cumplimos no sólo literal, sino también espiritualmente, este mandamiento hemos cumplido la ley entera y los profetas.

sábado, 28 de octubre de 2017

Liturgia de las horas P. Paco Rebollo SIERVOS DEL DIVINO AMOR. OFICIO DE LECTURA, LAUDES, HORAS INTERMEDIAS, VÍSPERAS Y COMPLETAS

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29 DE OCTUBRE DOMINGO XXX DEL T. ORDINARIO DEL T. ORDINARIO

De la Feria. Salterio II

OFICIO DE LECTURA

INVITATORIO

Si ésta es la primera oración del día:

V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza

Se añade el Salmo del Invitatorio con la siguiente antífona:

Ant. Pueblo del Señor, rebaño que él guía, bendice a tu Dios. Aleluya.

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.