lunes, 6 de junio de 2022

EXHORTACIÓN A LA IMITACIóN DE CRISTO

 



EXHORTACIÓN A LA IMITACIóN DE CRISTO
Hermanos: Me basta con saber que lleváis una vida conforme al Evangelio de Cristo. De ese modo, ya sea que yo vaya y os vea, o bien que, estando ausente, reciba noticias de vosotros, estaré seguro de que os mantenéis firmes en un solo espíritu, luchando todos a una por la fe del Evangelio, sin dejaros amedrentar en nada por los enemigos. Esta firmeza vuestra es para ellos una prueba de perdición, y para vosotros una señal de salvación. Y esto es un don de Dios, porque Dios os ha dado la gracia de creer en Jesucristo y aun de padecer por él; porque combatís la misma pelea que me visteis combatir a mí y que sabéis sigo combatiendo.
Por tanto, si queréis darme el consuelo de Cristo, y aliviarme con vuestro amor, si nos une el mismo Espíritu y tenéis entrañas compasivas, dadme esta gran alegría: Manteneos unánimes y concordes con un mismo amor y un mismo sentir. No obréis por envidia ni por ostentación, dejaos guiar por la humildad y considerad siempre superiores a los demás. No os encerréis en vuestros intereses, sino buscad todos el interés de los demás.
Tened entre vosotros los sentimientos propios de una vida en Cristo Jesús. Él, a pesar de su condición divina no hizo, alarde de su categoría de Dios, al contrario, se anonadó a sí mismo, y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
De la carta a los Filipenses 1, 27-2, 11

No hay comentarios. :

Publicar un comentario