viernes, 24 de junio de 2022

El Corazón del Amor Perfecto y la Entrega de Sí Mismo viernes, 24 de junio de 2022 Solemnidad del Sacratísimo Corazón de Jesús

 



Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!

El Corazón del Amor Perfecto y la Entrega de Sí Mismo
viernes, 24 de junio de 2022

Solemnidad del Sacratísimo Corazón de Jesús
Viernes siguiente al segundo domingo después de Pentecostés

Lecturas para hoy

Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vosotros. Mateo 11:29

¡Feliz Solemnidad del Sacratísimo Corazón de Jesús!

Para algunos, esto puede parecer una celebración antigua y anticuada en la Iglesia. Puede verse como una de esas fiestas antiguas que tienen poco significado en nuestras vidas hoy. ¡Nada mas lejos de la verdad!

El Sagrado Corazón de Jesús es exactamente lo que necesitamos saber, experimentar y recibir en nuestras vidas hoy. Su corazón, ese corazón que fue traspasado por la lanza y del que brotó sangre y agua, es el signo, símbolo y fuente del amor ardiente de su misma alma. La sangre es imagen de la Santísima Eucaristía y el agua es imagen de las aguas purificadoras del Bautismo.

Esta celebración del Sagrado Corazón de Jesús es una celebración de Jesús derramando sobre nosotros toda su vida y todo su amor. No retuvo nada, lo cual está simbolizado por el derramamiento de la última gota de esta sangre y agua de Su Corazón mientras yacía muerto en la Cruz. Aunque es una imagen muy gráfica, es gráfica para hacer un punto. El punto, de nuevo, es que Él no retuvo nada. Necesitamos darnos cuenta de que Jesús continúa dándonos todo si estamos dispuestos a recibirlo.

Si está descubriendo que necesita conocer Su amor más profundamente en su vida este día, intente pasar tiempo reflexionando en esta Escritura: "... pero un soldado le clavó la lanza en el costado, y al instante brotó sangre y agua" ( Juan 19:33-34). Pase tiempo reflexionando sobre ese último don de sí mismo, el don de esa agua y sangre que fluyen de Su Corazón herido. Es una señal de Su infinito amor por ti. Reflexiona sobre cómo se derrama especialmente para ti. Míralo, sumérgete en él y ábrete a él. Deja que Su amor te transforme y te llene.

Sagrado Corazón de Jesús, ten piedad de nosotros. Te agradezco, amado Señor, por darme todo. No me ocultaste nada y sigues derramando Tu vida por mi bien y por el bien del mundo entero. Que reciba todo lo que me das y no te guarde nada. Jesús, en Ti confío.





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