Reflexión 61: De dónde viene la felicidad

 

Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia

365 Días con Santa Faustina

Reflexión 61: De dónde viene la felicidad

¿Podrías ser feliz si estuvieras en prisión? ¿O qué pasaría si fueras llamado a una edad temprana para entrar en un monasterio de clausura y vivir en reclusión durante toda tu vida? ¿Podrías encontrar la felicidad si vivieras en la más extrema pobreza teniendo apenas lo suficiente para alimentar a tu familia todos los días? La respuesta es sí." Ciertamente puedes encontrar la felicidad en cualquier situación de la vida. ¿Cómo? La felicidad no depende de las circunstancias externas de la vida que están fuera de nuestro control. No depende de la riqueza, la libertad física o incluso los llamados vocacionales. La felicidad se encuentra exclusivamente en el hecho de que estamos íntimamente unidos a nuestro Divino Señor, cualquiera que sea nuestra vocación o circunstancias de vida. La pregunta es si estás o no enamorado de Dios (Ver Diario #201).

Reflexionad sobre vuestra relación interior con nuestro Divino Señor. ¿Lo conoces y lo amas de una manera real y personal? ¿Te comunicas diariamente con Él y pasas tu día en Su presencia? ¿Tu vida de oración está viva y floreciente? ¿Tu corazón estalla con un amor ardiente? Dios te ama perfectamente. Ámalo de vuelta y encontrarás la fuente de tu alegría en la vida.

Mi querido Señor, ayúdame a amarte con un amor ardiente. Ayúdame a conocerte de la manera más íntima y personal. Sé que mi felicidad depende únicamente de mi amor por Ti. Que ese amor en mi corazón aumente diariamente para que pueda ser uno contigo en todas las cosas. Jesús, en Ti confío.