domingo, 16 de mayo de 2021

A propósito de hoy...

 QUE NO ME QUEDE MIRANDO, SEÑOR

A tu cielo, cuando bien sé,

que Tú me quieres mirando a la tierra.

Sin descuidar la viña que has plantado

Esa viña que es vigorosa

y, de la cual, Tú eres su amo

y yo, en la medida de mis fuerzas, simple siervo.

Que no me quede mirando, Señor

cómo te marchas de nosotros

y sí pensando qué puedo hacer por tu Reino

En dónde y cómo proclamar tu mensaje

De qué forma ser un heraldo del Evangelio.

 

Sí, Señor; te confieso

que miro demasiado a las nubes

y olvido que, es en la tierra,

donde he de sembrar y llevar tu santo nombre.

Que es en los hombres, y no en los ángeles,

donde he de poner mi pensamientos y mis afanes.

Que no me quede mirando, Señor,

la luz que destellan las estrellas

cuando, bien lo sé, que Tú me necesitas

como antorcha viva en medio de tu pueblo

Que no me quede mirando, Señor, hacia lo alto

para buscar justificaciones

y alejarme de las dificultades del duro asfalto.

 

Pero, una cosa te pido, Señor:

Tú, sígueme mirando

Sigue de cerca la pista de mi camino

Para que, mi lenguaje, sea el amor

Para que, tantas serpientes que acechan,

las pueda aniquilar con la fuerza de la fe

con el timón de la esperanza

con el auxilio de tu Palabra.

Aunque, al cielo te vayas, Señor,

condúceme con la fuerza de tu Espíritu

para que, en un mundo ruidoso,

pueda gritar que eres la salvación,

la vida, la alegría el horizonte del mañana

Haz, oh Señor, que tu ascenso al cielo

sea razón y fuerza

para seguir trabajando por tu Reino

aquí y hoy en la tierra.

Amén.

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