PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico:
Dijo Jesús a la gente y a sus discípulos: «El que quiera venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque, quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvara» (Mc 8,34-35).
Pensamiento franciscano:
Dice san Francisco en su Testamento: «A todos los sacerdotes quiero temer, amar y honrar como a mis señores. Y no quiero en ellos considerar pecado, porque discierno en ellos al Hijo de Dios, y son señores míos. Y lo hago por esto, porque nada veo corporalmente en este siglo del mismo altísimo Hijo de Dios, sino su santísimo Cuerpo y su santísima Sangre, que ellos reciben y ellos solos administran a los otros» (Test 8-10).
Orar con la Iglesia:
Invoquemos a Dios, el Padre de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra, y presentémosle humildes y confiados nuestras súplicas.
-Padre santo, que te revelaste en el Verbo encarnado, haz que cada día conozcamos mejor a tu Hijo, Dios y hombre verdadero.
-Padre celestial, que alimentas a las aves del cielo y engalanas la hierba del campo, da a todos los hombres el pan de cada día.
-Creador de todas las cosas, que nos has encomendado el cuidado tu obra, concede a los trabajadores disfrutar dignamente del fruto de su trabajo.
-Dios de bondad, que quieres la santificación y felicidad de todos tus hijos, concede abundante paz y misericordia a cuantos sufren.
Oración: Señor, Dios nuestro, concédenos vivir siempre alegres en tu servicio, porque en servirte a ti, creador de todo bien, consiste el gozo pleno y verdadero. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario