domingo, 27 de septiembre de 2020

A propósito de hoy...

 

A propósito de hoy…

QUE TU VIÑA, SEÑOR, NO SE DEBILITE

Envíame, siempre que me necesites, Señor

y, si miro hacia atrás,

haz que vea el horizonte que me espera

Mándame, Señor, a trabajar en tu hacienda

y, si prefiero quedarme en el escaparate de la vida

hazme comprender que la apariencia

la sensualidad, lo que veo y toco

más pronto que tarde, todo acaba.

Sí, amigo y Señor; quiero ir a tu viña

aunque a veces te traicione

aunque en ciertos momentos tenga miedo

o, en otras ocasiones, por esto o por aquello

me sacuda la incertidumbre o la pereza

 

¡Quiero ir a tu viña!

Y, si por lo que sea, Señor,

te digo “sí” y luego es “no”

perdóname, Tú sabes cómo soy

Sólo Tú, Señor, tienes la fuerza total y necesaria

para cambiar el mundo y, también, para hacerlo conmigo

Sólo Tú, Señor, sabes de antemano

que no siempre mi respuesta es la más sincera

ni, otras tantas veces, la más acertada

Pero, a pesar de todo, Señor

me comprometo y quiero ayudarte en tu viña

para que no se debilite

y siga germinando en abundancia;

para que no muera

y los hombres y mujeres de mi tiempo

puedan acercarse hasta ella

y cortar el racimo de la fe y de la esperanza

y puedan beber el vino del amor y del perdón.

 

Por eso, Señor, ayúdame…

quiero, que cuando Tú me envíes,

pueda salir a cuidar y trabajar la viña que Tú tanto amas.

Amén.



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