miércoles, 15 de julio de 2020

Reflexión 197: Tengo sed


Divina Misericordia 660x400



Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 días con santa Faustina


Reflexión 197: Tengo sed


"Tengo sed". Estas dos palabras simples tienen mucho significado. Fueron dichas por nuestro Señor desde la Cruz. Un soldado trató de ofrecer algo de consuelo ofreciéndole una esponja empapada en vinagre de vino para saciarlo. El vino convertido en vinagre es un símbolo del alma agria del pecado. Después de tomar este vino agrio, Jesús gritó: "¡Está terminado!" Y luego murió. ¿De qué tiene sed Jesús? Él tiene sed de ti, un pecador. Él no se aleja de ti por tus pecados y el efecto que han tenido en tu alma, de todas formas tiene sed de ti. Él tiene sed de tu amor. Él quiere que sacies Su sed al amarlo como eres a pesar de tus pecados. No prestes atención a la impureza de tu alma como resultado de tus pecados.Diario # 1032).

Reflexiona sobre la imagen de la crucifixión. Medita en Jesús colgado allí, roto y sufriendo. En este estado de gran humillación, Jesús te grita para que consumas Su sufrimiento. El busca tu amor. ¿Se lo darás? ¿Puedes ofrecerlo tú mismo para permitirle gritar que está terminado? Se termina cuando lo amas y le das tu vida. Ve a nuestro Señor este día en oración y dile que lo amas y deseas pasar esta vida con Él y por toda la eternidad. En ese acto, saciarás Su sed.

Señor, te agradezco por tener sed por mí en medio de tu propio sufrimiento y dolor. Gracias por darme tu vida, sin reservas, mientras colgabas de la cruz. Tu amor es lo único que finalmente saciará mi alma sedienta. Dame la gracia que necesito para venir a ti, en mi quebrantamiento y pecado, para ofrecerte todo lo que tengo para tu sed. Te amo, querido Señor, ayúdame a amarte más. Jesús, confío en ti.

No hay comentarios. :

Publicar un comentario