jueves, 28 de marzo de 2019

Las visiones místicas de la madre angélica.

a través de olamshrine.org
La madre Angélica falleció a las cinco de la tarde del domingo de Pascua. Tenía 92 años y murió de causas naturales.
Si bien la mayoría de la gente conoce a la Madre Angélica como la fundadora de EWTN y una personalidad televisiva valiente, menos personas conocen sus experiencias místicas.
En 1995, la Madre Angélica viajaba a Sudamérica con algunas monjas para intentar obtener apoyo para una versión en español de EWTN. Una de sus paradas fue en el Santuario del Divino Niño Jesús en Bogotá, Colombia, y después de la misa fueron a rezar en una pequeña capilla lateral con la imagen del niño Jesús.
De repente, mientras ella estaba en silencio orando, ¡la imagen cobró vida!
"Constrúyeme un templo", le dijo el niño sonriente Jesús, "y ayudaré a los que te ayuden".
Las dos monjas que estaban con ella no oyeron nada, pero la Madre Angélica cayó en un estado de profundo éxtasis religioso. Cuando finalmente salió de eso, rompió a llorar y luego dijo que "su corazón estaba latiendo a 100 millas por hora".
Una vez que regresó a su hogar en su convento en Alabama, compartió esta historia con sus compañeras y de inmediato comenzaron a buscar tierras para construir un santuario. Pronto, descubrieron un pedazo de tierra al norte del convento que solía ser una granja de frijoles de soya. Tan pronto como ella puso un pie en ella, la Madre Angélica supo que era el lugar correcto, y luego dijo que "sintió la presencia de Dios con mucha fuerza".
Sin el dinero de EWTN, como un proyecto de su convento el Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles, el edificio comenzó y el  Santuario del Santísimo Sacramento seabrió justo a tiempo para el jubileo del año 2000.
Pero ese no fue el final de sus visiones místicas.
En Alabama, el niño Jesús siguió  apareciéndose a ella regularmente, incluso en los pasillos de su convento, y tendrían conversaciones cortas aquí y allá.
Por supuesto, tener una visión mística no era la base de su grandeza como mujer santa, sino más bien su fidelidad a Dios. Y eso es algo que todos nosotros, por la gracia de Dios, también podemos hacer.

¡Ora por el reposo del alma de Madre Angélica!

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