martes, 4 de septiembre de 2018

El motor de la humildad




El Papa recibe una Vespa de 1971. Como cualquier otro obsequio, será subastada con fines benéficos por el administrador de limosnas del Vaticano, el cardenal Konrad Krajewski

La Vespa que un club de aficionados a este legendario modelo de motocicletas regaló ayer al Papa quizá sea sinónimo de sencillez y simplicidad, pero, como cualquier otro obsequio, será subastada con fines benéficos por el administrador de limosnas del Vaticano, el cardenal Konrad Krajewski. Símbolo universal de las calles de Roma desde que a mediados de los años cincuenta Audrey Hepburn compartió su generoso sillín con Gregory Peck, la Vespa forma parte del paisaje de la capital italiana. La del Papa Francisco es una 50-R original de 1971, personalizada con la matrícula BF362918, en la que figuran sus iniciales (Bergoglio-Francisco), su año de nacimiento y la fecha de ayer. El Santo Padre agradeció el gesto de los moteros, pero ni siquiera se dio una vuelta con ella.

El Papa predica con el ejemplo e invita «a huir del peligro de dar mas importancia a la forma que a la sustancia». Durante el rezo del ángelus, el Obispo de Roma abogó ayer por «practicar la caridad con el prójimo, empezando por las personas mas necesitadas y frágiles», sin contaminarse de la mentalidad mundana –dijo– de «la vanidad, la avaricia y la soberbia». El motor de la humildad no funciona con gasolina.

ABC

Fecha de Publicación: 03 de Septiembre de 2018

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