domingo, 5 de agosto de 2018

Papa Francisco: La Iglesia necesita que seamos profetas, no críticos

papa francisco fondo oscuro



Papa Francisco: El que critica y nunca está contento con nada no es un profeta, un profeta es quien ora, mira a Dios. mira a su pueblo  


"Un verdadero profeta es aquel que es capaz de llorar por su pueblo que no le presta atención", así lo expresó el Papa Francisco durante la homilía que realizó en la celebración de la Santa Misa en la Capilla de Santa Marta, en la cual, centro su reflexión en la lectura litúrgica que narra la lapidación de San Esteban, el primer mártir de la Iglesia. 

El Papa Francisco reflexionó sobre el pasaje bíblico en que San Esteban acusó a la gente, a los ancianos y a los escribas de "ser personas rígidas que siempre se oponen al Espíritu Santo, y al igual que sus antepasados lo hicieron, persiguen a los profetas".

El Papa Francisco dijo que esas personas no tenían corazones abiertos, no querían escuchar a Esteban y que no recordaban la historia de Israel.

Un verdadero profeta toca el corazón
Al igual que sus antepasados persiguieron a los profetas, los ancianos y los escribas, que estaban tan furiosos, se abalanzaron sobre San Esteban, lo expulsaron de la ciudad y comenzaron a apedrearlo.

La verdad siempre es incómoda. Cuando el profeta habla la verdad y toca el corazón, los corazones pueden abrirse o volverse más como una roca, la ira y las persecuciones se desencadenan, así es como la vida termina para el profeta.


Un verdadero profeta llora por su pueblo
A veces la verdad no es fácil de escuchar. Los profetas siempre han tenido que lidiar con ser perseguidos por decir la verdad.

Un verdadero profeta, es aquel que, no solo habla la verdad, sino que es capaz de llorar por su pueblo que se aleja de la verdad.

Jesús que, por un lado, reprendió a su pueblo con severidad llamándolos una "generación perversa y adúltera" y por el otro lado, lloró por Jerusalén.

Un verdadero profeta es aquel que es capaz de llorar por su pueblo pero al mismo tiempo de decir cosas fuertes de manera directa.

Un verdadero profeta da esperanzas
Un verdadero profeta es como alguien que también es capaz de dar esperanza: Abriendo las puertas de los corazones, sanando raíces, reforzando el sentido de pertenencia al pueblo de Dios para seguir adelante.

Un profeta sabe cuándo regañar, pero también sabe cómo abrir las puertas a la esperanza. Un verdadero profeta se pone a sí mismo sobre la línea.

La Iglesia necesita profetas
Recordando a San Esteban que es ejecutado a los ojos de Saulo (San Pablo) por ser coherente con la verdad, el Papa Francisco citó a uno de los primeros Padres de la Iglesia que dijo:

"la sangre de los mártires es la semilla de los cristianos".

La Iglesia necesita profetas. Además, necesita que cada uno de nosotros sea un profeta, no un crítico... esto es otra cosa. Una cosa es ser el juez crítico a quien no le gusta nada, a quien no le gusta nada... Eso no es un profeta".

El que critica y nunca está contento con nada no es un profeta, un profeta es quien ora, mira a Dios, mira a su pueblo y cuando la gente se equivoca, llora.

Que este servicio de profecía nunca falte en la Iglesia para poder seguir siempre adelante.

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