Un minuto con Jesús Sacramentado.
Oh, Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, aquí presente en el Santísimo Sacramento del altar, creo todo lo que tú, mi Señor, me has revelado. Arrepentido de todos mis pecados, esperando en ti, que nunca permitas que sea confundido, agradeciendo por este don supremo, amándote sobre todas las cosas en este Sacramento de tu amor, adorándote en el misterio profundo de tu humildad, te manifiesto y hago patentes todas las heridas y miserias de mi pobre corazón y te pido que me des todo lo que necesito y deseo. Pero tan solo te necesito a ti, oh, Dios mío, y la gracia que viene de ti.
Bendito seas, poder divino de tu paternal Corazón, que todo lo puedes, sin embargo, no puedes darnos un don más precioso que este Santísimo Sacramento.
Oh, Pan celestial, gran Sacramento, te adoro y te alabo en todo momento.
Bendita seas, oh, Sabiduría del Verbo Divino, que todo lo sabes y lo ordenas.
Oh, Pan celestial, gran Sacramento, te adoro y te alabo en todo momento.
Bendito seas, oh, Dios mío, que en tu inefable dulzura de amor te has transformado en este pan para entregarte a nosotros como el más dulce manjar.
Oh, Pan celestial, gran Sacramento, te adoro y te alabo en todo momento.
Bendito seas, oh, Dios mío, que has encerrado todos tus misterios en esta humilde forma de pan terrenal. ¡Oh, Trinidad Santísima!
Oh, Pan celestial, gran Sacramento, te adoro y te alabo en todo momento.
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