A propósito de hoy…
TE SIGO, REY MIO
Porque me hablas desde el amor y con amor
cuando más te necesito.
Porque, ante la mentira que me confunde,
te muestras con la claridad de la verdad
con la justicia tendida de tu mano
con el cetro de tu autoridad.
TE QUIERO, REY MIO
Sin violencia, y con paciencia,
esperas mi retorno después de la traición.
Porque, en el palacio donde habitas,
no existe más castigo que el temor de no verte
ni más vacío que mi pereza por no encontrarte.
TE SIGO, REY MIO
Nadie sabe gobernar como Tú, Jesús;
tu nacimiento, fue felicidad para el mundo
tus palabras, fueron bálsamo para el pobre
porque tus gestos, hicieron que muchos –por fin-
no se sintieran definitivamente abandonados.
TE QUIERO, REY MIO
Porque amaste hasta extenuarte en una cruz
y, como Rey que sirve,
desde ese trono de madera
perdonaste con palabras de misericordia
TE SIGO, REY MIO
Porque, como gran Rey, venciste al gran enemigo,
al gran adversario del hombre:
a la muerte, a tu muerte, a nuestra muerte
TE QUIERO, REY MIO
Porque, ante tanto desaliento y dudas,
nos animas a formar parte de tu pueblo.
¿Me aceptas, Señor?
Soy mediocre, pero daré la cara por Ti
Tengo pocas fuerzas, pero todas serán tuyas
No estoy acostumbrado a luchar con las armas
que Tú me propones; el amor, el perdón, la mansedumbre,
la humildad, la pobreza de espíritu….
pero sé, mi Rey, que contigo al frente
podré llegar a ser un buen defensor de tu Reino.
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