PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico:
Esto dice el Señor: «El cielo es mi trono, y la tierra, el estrado de mis pies: ¿Qué templo podréis construirme o qué lugar para mi reposo? Todo esto lo hicieron mis manos, todo es mío -oráculo del Señor-. En ese pondré mis ojos: en el humilde y abatido que se estremece ante mis palabras» (Is 66,1-2).
Pensamiento franciscano:
Altísimo, omnipotente, buen Señor,
tuyas son las alabanzas, la gloria
y el honor y toda bendición.
A ti solo, Altísimo, corresponden,
y ningún hombre es digno de hacer de ti mención.
Loado seas, mi Señor, con todas tus criaturas... (Cánt 1-3).
Orar con la Iglesia:
Bendigamos a Cristo, el «Dios-con-nosotros», que nació de María Virgen por obra del Espíritu Santo, y dirijámosle nuestras plegarias con fraterna confianza.
-Señor Jesús, príncipe de la paz, concede al mundo entero una paz justa y estable.
-Rey y Dios nuestro, que al venir al mundo dignificaste al hombre, haz que te honremos con nuestra fe y nuestras obras.
-Tú que te hiciste semejante a nosotros, concédenos ser en nuestra vida semejantes a ti.
-Tú que te hiciste ciudadano de nuestro mundo, haz que vivamos también como ciudadanos de tu reino.
Oración: Muéstrate propicio, Señor Jesús, a los deseos y plegarias de tus hermanos los hombres; danos luz para conocer tu voluntad y la fuerza necesaria para cumplirla. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario