domingo, 16 de octubre de 2022

Persistencia en la Oración 16 de octubre de 2022 Vigésimo Noveno Domingo del Tiempo Ordinario (Año C)

 



Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!
Persistencia en la Oración
16 de octubre de 2022
Vigésimo Noveno Domingo del Tiempo Ordinario (Año C)
Lecturas para hoy
“… debido a que esta viuda sigue molestándome, le daré una decisión justa para que no venga y me golpee”. Lucas 18:5
Este pasaje es de la historia de la Viuda Persistente. Siguió acudiendo a un juez, a quien le importaba poco hacer lo correcto, y le rogó persistentemente un buen juicio. Finalmente cedió para que ella lo dejara en paz.
Jesús usó esta historia para enseñar una lección sobre la necesidad de “orar siempre sin cansarse” (Lucas 18:1). Es interesante que la imagen del juez es uno “que no temía a Dios ni respetaba a ningún ser humano” (Lucas 18:2). Pero Jesús usa esta imagen de un juez injusto para revelar el poder de la persistencia y revelar la profundidad de la misericordia de Dios.
Primero, aprendemos que esta mujer nunca se dio por vencida. Así con nosotros, nunca debemos dejar de perder la esperanza en la oración. Debemos orar siempre, constante y persistentemente. No es que la oración cambie a Dios; más bien, la oración nos cambia y nos dispone a recibir las inconmensurables gracias de Dios.
En segundo lugar, aprendemos que si un juez insensible finalmente da una buena decisión, mucho más el Dios misericordioso y amoroso derramará Sus buenos juicios en nuestras vidas cuando confiemos en Él. No debe haber ninguna duda en nuestras vidas de que Dios puede hacer todas las cosas buenas por nosotros si se lo permitimos.
Reflexiona hoy sobre cuán persistente eres en tu oración. La oración que debéis buscar para vivir es ante todo una oración de total confianza y abandono en Dios. No cambias la mente de Dios rogándole. Más bien, tu oración debe ser tan persistente que te abra a la voluntad de Dios y permita que Su gracia fluya de acuerdo con Su perfecta voluntad.
Señor, te suplico que se haga tu perfecta y santa voluntad en mi vida. Lo abandono todo a Ti, amado Señor. Haz conmigo lo que quieras. Jesús, en Ti confío.




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