El Espíritu Santo bajó sobre Él en forma sensible, como de una paloma, y del cielo llegó una voz que decía: "Tú eres mi Hijo, el predilecto; en ti me complazco".
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Mt 3, 16-17
Inmediatamente después de que Jesús recibió el bautismo, se abrieron los cielos y el Espíritu Santo se posó sobre Él en forma de paloma, y resonó la voz del Padre que decía: "Éste es mi Hijo amado, en quien he puesto todo mi amor".
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que proclamaste solemnemente a Jesucristo como tu Hijo muy amado, cuando, al ser bautizado en el Jordán, descendió el Espíritu Santo sobre él, concede a tus hijos de adopción, renacidos del agua y del Espíritu Santo, que se conserven siempre dignos de tu complacencia. Por nuestro Señor Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
Se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán.
Del libro del profeta Isaías: 40, 1-5. 9-11
"Consuelen, consuelen a mi pueblo, dice nuestro Dios. Hablen al corazón de Jerusalén y díganle a gritos que ya terminó el tiempo de su servidumbre y que ya ha satisfecho por sus iniquidades, porque ya ha recibido de manos del Señor castigo doble por todos sus pecados".
Una voz clama: "Preparen el camino del Señor en el desierto, construyan en el páramo una calzada para nuestro Dios. Que todo valle se eleve, que todo monte y colina se rebajen; que lo torcido se enderece y lo escabroso se allane. Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán". Así ha hablado la boca del Señor.
Sube a lo alto del monte, mensajero de buenas nuevas para Sión; alza con fuerza la voz, tú que anuncias noticias alegres a Jerusalén. Alza la voz y no temas; anuncia a los ciudadanos de Judá: "Aquí está su Dios. Aquí llega el Señor, lleno de poder, el que con su brazo lo domina todo. El premio de su victoria lo acompaña y sus trofeos lo anteceden. Como pastor apacentará su rebaño; llevará en sus brazos a los corderitos recién nacidos y atenderá solícito a sus madres".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 103
Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza. Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto. R/.
Por encima de las aguas construyes tu morada. Las nubes son tu carro; los vientos, tus alas y mensajeros; y tus servidoras, las ardientes llamas. R/.
¡Qué numerosas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con maestría! La tierra está llena de tus creaturas, y tu mar, enorme a lo largo y a lo ancho, está lleno de animales pequeños y grandes. R/.
Todos los vivientes aguardan que les des de comer a su tiempo; les das el alimento y lo recogen, abres tu mano y se sacian de bienes. R/.
Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo. Pero envías tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra. R/.
Él nos salvó mediante el bautismo, que nos regenera y nos renueva, por la acción del Espíritu Santo.
De la carta del apóstol san Pablo a Tito: 2, 11-14; 3, 4-7
Querido hermano: La gracia de Dios se ha manifestado para salvar a todos los hombres y nos ha enseñado a renunciar a la vida sin religión y a los deseos mundanos, para que vivamos, ya desde ahora, de una manera sobria, justa y fiel a Dios, en espera de la gloriosa venida del gran Dios y salvador, Cristo Jesús, nuestra esperanza. Él se entregó por nosotros para redimirnos de todo pecado y purificarnos, a fin de convertirnos en pueblo suyo, fervorosamente entregado a practicar el bien.
Al manifestarse la bondad de Dios, nuestro salvador, y su amor a los hombres, Él nos salvó, no porque nosotros hubiéramos hecho algo digno de merecerlo, sino por su misericordia. Lo hizo mediante el bautismo, que nos regenera y nos renueva, por la acción del Espíritu Santo, a quien Dios derramó abundantemente sobre nosotros, por Cristo, nuestro salvador. Así, justificados por su gracia, nos convertiremos en herederos, cuando se realice la esperanza de la vida eterna.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN Lc 3, 16
R/. Aleluya, aleluya.
Ya viene otro más poderoso que yo, dijo Juan el Bautista; Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. R/.
Después del bautismo de Jesús, el cielo se abrió.
Del santo Evangelio según san Lucas: 3, 15-16. 21-22
En aquel tiempo, como el pueblo estaba en expectación y todos pensaban que quizá Juan el Bautista era el Mesías, Juan los sacó de dudas, diciéndoles: "Es cierto que yo bautizo con agua, pero ya viene otro más poderoso que yo, a quien no merezco desatarle las correas de sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego".
Sucedió que entre la gente que se bautizaba, también Jesús fue bautizado. Mientras éste oraba, se abrió el cielo y el Espíritu Santo bajó sobre Él en forma sensible, como de una paloma, y del cielo llegó una voz que decía: "Tú eres mi Hijo, el predilecto; en ti me complazco".
Palabra del Señor.
Gloria a ti Señor Jesús.
Se dice Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos a Jesús, el Hijo amado de Dios, el que viene a abrirnos el camino de la verdadera vida.
Después de cada petición diremos: Jesús, Hijo de Dios, escúchanos.
Para que Cristo, en quien el Padre se complace, mire con amor a todos los que se preparan para el Bautismo o la Confirmación. Oremos.
Para que Cristo, el Elegido de Dios, ilumine a los que buscan a Dios con sinceridad de corazón. Oremos.
Para que Cristo, el Enviado del Padre, conceda la salud a los que viven oprimidos por la enfermedad y el pecado. Oremos.
Para que Cristo, el Hijo amado, que quiso ser bautizado en el Jordán, nos haga descubrir y amar la grandeza del Bautismo cristiano. Oremos
Para que Cristo, el Elegido de Dios, ilumine a los que buscan a Dios con sinceridad de corazón. Oremos.
Para que Cristo, el Enviado del Padre, conceda la salud a los que viven oprimidos por la enfermedad y el pecado. Oremos.
Para que Cristo, el Hijo amado, que quiso ser bautizado en el Jordán, nos haga descubrir y amar la grandeza del Bautismo cristiano. Oremos
Escucha, Señor Jesús, nuestra oración, y condúcenos por el camino de tu amor. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos en la manifestación de tu Hijo muy amado, para que la oblación de tus hijos se convierta en el mismo sacrificio de aquel que quiso en su misericordia lavar los pecados del mundo. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.
PREFACIO
El Bautismo del Señor.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque mostraste en el Jordán con signos admirables el misterio del nuevo bautismo, para que por aquella voz, venida del cielo, creyéramos que tu Palabra ya estaba habitando en nosotros y, por el Espíritu Santo, que descendió en forma de paloma, se supiera que Cristo, tu Siervo, era ungido con óleo de alegría y enviado a anunciar el Evangelio a los pobres. Por eso, a una con los coros de ángeles, te alabamos continuamente en a tierra, aclamando sin cesar: Santo, Santo, Santo…
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 1, 32. 34
Éste es aquél de quien Juan decía: Yo lo he visto y doy testimonio de que Él es el Hijo de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados con estos sagrados dones, imploramos, Señor, tu clemencia, para que, escuchando fielmente a tu Unigénito, nos llamemos y seamos de verdad hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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