Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 días con santa Faustina
Reflexión 139: La Providencia lo hace realidad
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A veces tendemos a impulsar la Voluntad de Dios más rápido de lo que Dios ha decidido mover. Como resultado, terminamos haciendo nuestra propia voluntad y no la de Dios. La clave es la paciencia. Debemos esperar pacientemente en el Señor para que Él actúe en nosotros para que Él sea el que haga todas las cosas a través de nosotros. De hecho, el acto de paciencia es algo que Dios desea mucho en nuestras vidas. A través de la paciencia, podemos dejar ir nuestra propia voluntad y nuestras propias ideas y ver al Señor lograr mucho más de lo que podríamos hacer por nuestra cuenta. Debemos ser diligentes y responder al Señor cuando Él abre una puerta o señala el camino, pero debemos esperar a que Él abra y señale (Vea el Diario # 693).
¿Con qué estás impaciente en la vida? ¿En qué quieres que Dios se mueva más rápido? Reflexione sobre esta lucha interior y sepa que la virtud de la paciencia abre la puerta a la guía y la gracia que Dios quiere dar. Deja que Él haga las cosas a Su tiempo y a Su manera y descubrirás que Sus caminos están muy por encima de los tuyos.
Señor, sé que Tus caminos están infinitamente por encima de los míos y que Tus pensamientos deben ser elegidos sobre los míos (ver Isaías 55:
. Dame la gracia de la paciencia en todas las cosas. Ayúdame a esperar en Ti y a confiar en que Tu Misericordia será otorgada en abundancia de acuerdo con Tu perfecta sabiduría. Jesús, en Ti confío.
365 días con santa Faustina
Reflexión 139: La Providencia lo hace realidad
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A veces tendemos a impulsar la Voluntad de Dios más rápido de lo que Dios ha decidido mover. Como resultado, terminamos haciendo nuestra propia voluntad y no la de Dios. La clave es la paciencia. Debemos esperar pacientemente en el Señor para que Él actúe en nosotros para que Él sea el que haga todas las cosas a través de nosotros. De hecho, el acto de paciencia es algo que Dios desea mucho en nuestras vidas. A través de la paciencia, podemos dejar ir nuestra propia voluntad y nuestras propias ideas y ver al Señor lograr mucho más de lo que podríamos hacer por nuestra cuenta. Debemos ser diligentes y responder al Señor cuando Él abre una puerta o señala el camino, pero debemos esperar a que Él abra y señale (Vea el Diario # 693).
¿Con qué estás impaciente en la vida? ¿En qué quieres que Dios se mueva más rápido? Reflexione sobre esta lucha interior y sepa que la virtud de la paciencia abre la puerta a la guía y la gracia que Dios quiere dar. Deja que Él haga las cosas a Su tiempo y a Su manera y descubrirás que Sus caminos están muy por encima de los tuyos.
Señor, sé que Tus caminos están infinitamente por encima de los míos y que Tus pensamientos deben ser elegidos sobre los míos (ver Isaías 55:
. Dame la gracia de la paciencia en todas las cosas. Ayúdame a esperar en Ti y a confiar en que Tu Misericordia será otorgada en abundancia de acuerdo con Tu perfecta sabiduría. Jesús, en Ti confío.
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