miércoles, 5 de mayo de 2021

Reflexión 125: El alma víctima

 



Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 días con santa Faustina

Reflexión 125: El alma víctima

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¿Sabes que nuestro Señor elige a ciertas personas para una misión específica de sufrimiento? Él elige a ciertas personas, que son pocas en número, para que se parezcan más a Su sufrimiento inocente aquí en la Tierra. Estas almas santas sufren de muchas y variadas formas. Son la continuación del sufrimiento inocente del mismo Jesús. Tienen una misión muy específica en la Tierra y es una misión que requiere el mayor sacrificio imaginable. La buena noticia, para estos pocos elegidos, es que la corona de gloria que les espera en el Cielo hace que cada acto de sufrimiento aquí en la Tierra valga la pena. A través de su sufrimiento, abrazados por completo en la alegría y ofrecidos al Padre por medio del Hijo, compensan lo que “falta en los sufrimientos de Cristo”, como nos explica San Pablo (Colosenses 1, 24). Aunque esta vocación única solo se da a unos pocos de manera profunda,Diario # 604).

¿Qué haces con tus sufrimientos diarios? ¿Lo ofreces? Esta invitación de Jesús, a unir nuestros sufrimientos con los suyos, es un verdadero llamado que tiene más potencial para la gracia que cualquier otra cosa. Es lo que nos hace más como Él. Es el mayor sacrificio que podemos ofrecer y la oración más poderosa que podemos hacer. Piense en los sufrimientos que encuentra en su vida. No importa cuáles sean, no huyas de ellos. Intenta abrazarlos y ofrécelos con alegría a nuestro Señor.

Padre Celestial, te entrego hoy, todas mis alegrías, obras y sufrimientos. Especialmente te ofrezco los sufrimientos que soporto. Te ofrezco todas las pequeñas y grandes formas en las que experimento el sufrimiento, las dificultades y el dolor en mi vida. Que estos se conviertan en un sacrificio de amor, ofrecido en unión con el único y perfecto sacrificio de Jesús, tu Hijo. Transforma esta ofrenda y conviértela en fuente de gracia en este mundo. Jesús, en Ti confío.



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