martes, 18 de mayo de 2021

La gloria de dios 18 de mayo de 2021 Martes de la Séptima Semana de Pascua

 



Reflexiones diarias católicas
¡Mi vida católica!

La gloria de dios
18 de mayo de 2021
Martes de la Séptima Semana de Pascua
Lecturas para hoy

San Juan I, Papa y mártir - Memorial opcional

Video

Te glorifiqué en la tierra al realizar el trabajo que me encomendaste. Ahora, Padre, glorifícame contigo, con la gloria que tuve contigo antes de que comenzara el mundo. Juan 17: 4-5

San Ignacio de Loyola basa su obra maestra espiritual, Los Ejercicios Espirituales, en una premisa básica: el hombre es creado para alabar, reverenciar y servir a Dios nuestro Señor, y por este medio para salvar su alma. Ésta es la esencia de lo que Ignacio llama el “Principio y Fundamento” de nuestras vidas. En otras palabras, nuestra meta en la vida es doble: Primero, debemos buscar darle a Dios la mayor gloria posible con nuestras vidas. Y segundo, el efecto de este enfoque singular es la salvación de nuestras almas.

En el pasaje del Evangelio citado anteriormente, Jesús habla del hecho de que cumplió perfectamente Su vida humana en la tierra al glorificar al Padre Celestial. Lo hizo cumpliendo la obra que el Padre le dio para que la cumpliera.

Si está buscando un propósito en su vida o si está tratando de descubrir el significado de su vida, no busque más. Las palabras de Jesús anteriores ofrecen el “principio y fundamento” ideal para su vida. Este mensaje de nuestro Señor se puede dividir en tres lecciones.

Primero, el Padre realmente tiene un plan para tu vida. ¿Estás buscando descubrir ese plan? Saber que existe un plan divino para tu vida es el primer paso para cumplirlo. Si no conoce el plan de Dios, será difícil cumplirlo. Entonces, ¿busca discernir este plan todos los días?

En segundo lugar, cuando disciernas lo que Dios quiere de ti en tu vida diaria, debes cumplir Su voluntad. A veces caemos en la trampa de intentar cumplir solo una parte de lo que Dios quiere de nosotros. El problema con ese enfoque es que en realidad podemos lograr "una parte" de la voluntad de Dios. Pero eso no es suficiente. Debemos aspirar a la perfección. Debemos esforzarnos por el completo cumplimiento de la voluntad de Dios en nuestras vidas.

En tercer lugar, si realmente podemos cumplir la voluntad diaria de Dios para nuestras vidas, entonces nuestras vidas no solo glorificarán a Dios en todas las formas posibles, sino que también seremos bendecidos al compartir la gloria de Dios. Compartir la gloria de Dios es compartir la vida misma de Dios. Significa que Dios estará vivo en nosotros y seremos partícipes de las alegrías del Cielo. Y comenzará aquí en la tierra. ¿Por qué nos conformaríamos con las “alegrías” y los placeres terrenales cuando estamos llamados a compartir los placeres que están más allá de lo que jamás podríamos imaginar en este mundo?

Reflexione hoy sobre el acto de Jesús de cumplir perfectamente la voluntad del Padre en su naturaleza humana. Aunque nuestro Señor era divino, también era completamente humano. Él, por lo tanto, comprende perfectamente sus luchas y debilidades humanas. Él sabe por lo que pasas y Su humanidad es el modelo a seguir en la vida. Reflexione sobre su vida humana y la forma en que vivió en unión con la voluntad de su Padre día tras día. Comprométete a esta misión inquebrantable de cumplir plenamente la voluntad del Padre en tu vida y tú también compartirás la gloria de nuestro Señor.

Mi Señor glorificado, ahora compartes el gozo y la gloria plenos de Tu Padre Celestial con Tu naturaleza humana. Al hacerlo, me invitas no solo a imitar Tu vida en la tierra, sino también a compartir esa misma gloria en el Cielo. Dame la gracia que necesito, querido Señor, para lograr todo lo que el Padre me llama a hacer. Que mi vida te imite plenamente en todos los sentidos para que yo también pueda compartir, un día, tu gloria. Jesús, en Ti confío.





No hay comentarios. :

Publicar un comentario