domingo, 7 de febrero de 2021

QUE NO ME OLVIDE, JESÚS

 



QUE NO ME OLVIDE, JESÚS

Que puedo curar, sin ser médico

Que puedo aliviar, sin ser medicina

Que puedo hacer sonreír,

sin tener el título de payaso.


QUE NO ME OLVIDE, JESÚS

Que el cariño que se da,

es salud para el que se encuentra enfermo

Que la palabra con amor,

es inyección para el moribundo

Que una visita, más pronto que tarde,

es bálsamo que disipa la soledad


QUE NO ME OLVIDE, JESÚS

Que, si avanzo por tus caminos,

el sufrimiento humano

no ha de ser ajeno a mi sendero

Que, si digo ser de los tuyos,

he de luchar contra la fiebre

de aquel que se encuentra endiosado

de aquellos otros que están perdidos

de otros tantos que se encuentran

postrados en la cama de su aflicción,

soledad, abandono, miserias,

desprecios, humillaciones o enfermedades


QUE NO ME OLVIDE, JESÚS

Que tu mensaje se mantiene vivo

no sólo en el árbol de la palabrería

sino en el fruto de las buenas obras

Que tu mensaje se difunde con fuerza

cuando nuestras manos son alivio,

esperanza y fuerza moral

para los que se sienten desarmados

y sin más horizonte que la muerte.


QUE NO ME OLVIDE, JESÚS

Que tus preocupaciones,

han de ser las mías

Que tus desvelos,

han de contar con horas de mis horas

Amén.

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