martes, 26 de enero de 2021

Palabra de Dios diaria. P. Francisco J. Rebollo Leòn LECTURAS DEL MIÉRCOLES III DEL T. ORDINARIO 27 DE ENERO (VERDE) Los que reciben la semilla en tierra buena' son aquellos que escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha.

 






SANTA ÁNGELA DE MERICI RELIGIOSA FUNDADORA


ANTÍFONA DE ENTRADA Rm 14, 7-8

Ninguno de nosotros vive para sí mismo, ni muere para sí mismo. Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Por lo tanto, ya sea que estemos vivos o que hayamos muerto, somos del Señor.

ORACIÓN COLECTA

Dios omnipotente y misericordioso, que en toda circunstancia muestras tu amor a todas tus creaturas, escucha, benigno, las súplicas que elevamos por los que hoy van a morir, para que, redimidos por la preciosa sangre de tu Hijo, puedan salir de este mundo sin mancha de pecado y descansar perpetuamente en el seno de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo …


LITURGIA DE LA PALABRA

Cristo hizo perfectos para siempre a los que ha santificado.

De la carta a los hebreos: 10, 11-18

Hermanos: En la antigua alianza los sacerdotes ofrecían en el templo, diariamente y de pie, los mismos sacrificios que no podían perdonar los pecados. Cristo, en cambio, ofreció un solo sacrificio por los pecados y se sentó para siempre a la derecha de Dios; no le queda sino aguardar a que sus enemigos sean puestos bajo sus pies. Así, con una sola ofrenda, hizo perfectos para siempre a los que ha santificado.

Lo mismo atestigua el Espíritu Santo, que dice en un pasaje de la Escritura: La alianza que yo estableceré con ellos, cuando lleguen esos días, palabra del Señor, es ésta: Voy a poner mi ley en lo más profundo de su mente y voy a grabarla en sus corazones. Y prosigue después: Yo les perdonaré sus culpas y olvidaré para siempre sus pecados. Ahora bien, cuando los pecados han sido perdonados, ya no hacen falta más ofrendas por ellos.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.



Del salmo 109

R/. Tú eres sacerdote para siempre.

Esto ha dicho el Señor a mi Señor: "Siéntate a mi derecha; yo haré de tus contrarios el estrado donde pongas los pies". R/.

Extenderá el Señor desde Sión tu cetro poderoso y tú dominarás al enemigo. R/.

Es tuyo el señorío; el día en que naciste, en los montes sagrados, te consagró el Señor antes del alba. R/.

Juró el Señor y no ha de retractarse: "Tú eres sacerdote para siempre, como Melquisedec". R/.



ACLAMACIÓN



R/. Aleluya, aleluya.

La semilla es la palabra de Dios y el sembrador es Cristo; todo aquel que lo encuentra vivirá para siempre. R/.


Salió el sembrador a sembrar.

Del santo Evangelio según san Marcos: 4, 1-20

En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago, y se reunió una muchedumbre tan grande, que Jesús tuvo que subir en una barca; ahí se sentó, mientras la gente estaba en tierra, junto a la orilla. Les estuvo enseñando muchas cosas con parábolas y les decía:

"Escuchen. Salió el sembrador a sembrar. Cuando iba sembrando, unos granos cayeron en la vereda; vinieron los pájaros y se los comieron. Otros cayeron en terreno pedregoso, donde apenas había tierra; como la tierra no era profunda, las plantas brotaron enseguida; pero cuando salió el sol, se quemaron, y por falta de raíz, se secaron. Otros granos cayeron entre espinas; las espinas crecieron, ahogaron las plantas y no las dejaron madurar. Finalmente, los otros granos cayeron en tierra buena; las plantas fueron brotando y creciendo y produjeron el treinta, el sesenta o el ciento por uno". Y añadió Jesús: "El que tenga oídos para oír, que oiga".

Cuando se quedaron solos, sus acompañantes y los Doce le preguntaron qué quería decir la parábola.

Entonces Jesús les dijo: "A ustedes se les ha confiado el secreto del Reino de Dios; en cambio, a los que están fuera, todo les queda oscuro; así, por más que miren, no verán; por más que oigan, no entenderán; a menos que se arrepientan y sean perdonados".

Y les dijo a continuación: "Si no entienden esta parábola, ¿cómo van a comprender todas las demás? `El sembrador’ siembra la palabra.

‘Los granos de la vereda’ son aquellos en quienes se siembra la palabra, pero cuando la acaban de escuchar, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos.

‘Los que reciben la semilla en terreno pedregoso’, son los que, al escuchar la palabra, de momento la reciben con alegría; pero no tienen raíces, son inconstantes, y en cuanto surge un problema o una contrariedad por causa de la palabra, se dan por vencidos.

`Los que reciben la semilla entre espinas’ son los que escuchan la palabra; pero por las preocupaciones de esta vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás, que los invade, ahogan la palabra y la hacen estéril.
Por fin, los que reciben la semilla en tierra buena’ son aquellos que escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha: unos, de treinta; otros, de sesenta; y otros, de ciento por uno".

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor Dios, el sacrificio que, confiados, te ofrecemos por tus siervos que se hallan al final de la vida; y por la eficacia de este sacramento, concédeles quedar purificados de todas sus culpas, para que, habiendo soportado en esta vida el sufrimiento que en tu providencia dispusiste, alcancen en la vida futura el descanso eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Col 1, 24

Completo en mi carne lo que falta a la pasión de Cristo, por el bien de su cuerpo, que es la Iglesia.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Por la eficacia de este sacramento, dígnate, Señor, confortar piadosamente, con tu gracia, a tus siervos, para que, en la hora de la muerte, puedan vencer al enemigo y merezcan pasar con tus ángeles a la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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