viernes, 4 de diciembre de 2020

El verdadero Mesías 4 de diciembre de 2020 Viernes de la primera semana de Adviento

 



ORACION,MEDITACION.ALABANZA.Jose D Naranjo.

Publicado por Jose D Naranjo B  

Reflexiones diarias católicas

¡Mi vida católica!


El verdadero Mesías

4 de diciembre de 2020

Viernes de la primera semana de Adviento

Lecturas de hoy


San Juan Damasceno, sacerdote, religioso y médico — Memorial opcional


Y se les abrieron los ojos. Jesús les advirtió severamente: "Mirad que nadie sepa de esto". Pero salieron y corrieron noticias de él por toda esa tierra. Mateo 9: 30–31


¿Quién es Jesús? Esta pregunta es mucho más fácil de responder hoy que cuando Jesús caminó por la Tierra. Hoy somos bendecidos con innumerables santos que nos han precedido y que con oración e inteligencia han enseñado mucho acerca de la persona de Jesús. Sabemos que Él es Dios, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, el Salvador del mundo, el Mesías prometido, el Cordero sacrificado y mucho más.


El Evangelio anterior proviene de la conclusión del milagro en el que Jesús sanó a dos ciegos. Estos hombres se sintieron abrumados con su curación y su emoción se apoderó de ellos. Jesús les instruyó a “Ver que nadie sepa acerca de esta” curación milagrosa. Pero su entusiasmo no pudo ser contenido. No es que fueran intencionalmente desobedientes a Jesús; más bien, no sabían de qué otra manera expresar su sincera gratitud más que contarles a otros lo que Jesús había hecho.


Una de las razones por las que Jesús les dijo que no le dijeran a otros acerca de Él es porque Jesús sabía que no entendían completamente quién era Él. Sabía que su testimonio acerca de Él no lo presentaría de la manera más veraz. El era el Cordero de Dios. El Salvador. El Mesías. El Cordero del sacrificio. Él fue Aquel que vino a este mundo para redimirnos mediante el derramamiento de Su sangre. Sin embargo, mucha gente quería un “mesías” nacionalista o un hacedor de milagros solo. Querían uno que los salvaría de la opresión política y los convertiría en una gran nación terrenal. Pero esta no era la misión de Jesús.


A menudo también podemos caer en la trampa de malinterpretar quién es Jesús y quién quiere ser en nuestras vidas. Podemos desear un "dios" que nos salve sólo de nuestras luchas diarias, injusticias y dificultades temporales. Podemos querer un "dios" que actúe de acuerdo con nuestra voluntad y no al revés. Queremos un "dios" que nos sane y nos libere de toda carga terrenal. Pero Jesús enseñó claramente a lo largo de su vida que sufriría y moriría. Nos enseñó que debemos tomar nuestras propias cruces y seguirlo. Y nos enseñó que debemos morir, abrazar el sufrimiento, ofrecer misericordia, poner la otra mejilla y encontrar nuestra gloria en lo que el mundo nunca comprenderá.


Reflexione hoy sobre si Jesús le advierte acerca de hablar demasiado alto acerca de su visión de Quién es Él. ¿Luchas por presentar un "dios" que en realidad no es Dios? ¿O has llegado a conocer la misma Persona de Cristo nuestro Señor hasta tal punto que eres capaz de dar testimonio de Aquel que murió? ¿Te jactas solo en la Cruz? ¿Proclamas a Cristo crucificado y predicas solo la sabiduría más profunda de la humildad, la misericordia y el sacrificio? Vuelva a comprometerse con una verdadera proclamación de Cristo, dejando de lado todas y cada una de las imágenes confusas de nuestro Dios salvador.


Mi verdadero y salvador Señor, me encomiendo a Ti y oro para llegar a conocerte y amarte como eres. Dame los ojos que necesito para verte y la mente y el corazón que necesito para conocerte y amarte. Elimina de mí cualquier visión falsa de Quién eres y reemplaza dentro de mí un verdadero conocimiento de Ti, mi Señor. Al llegar a conocerte, me ofrezco a ti para que puedas usarme para proclamar tu grandeza a todos. Jesús, en Ti confío.





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