sábado, 22 de agosto de 2020

Nuestra Santísima Madre: ¡La Reina de Todos los Santos!


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Reflexiones diarias católicas
¡Mi vida católica!



Nuestra Santísima Madre: ¡La Reina de Todos los Santos!
Sábado 22 de Agosto de 2020

Memorial de la realeza de la Santísima Virgen María

Lecturas para hoy



¡El siguiente es un extracto de  My Catholic Faith! ,  Capítulo 8 :

La mejor manera de concluir este volumen es reflexionar sobre el papel final y glorioso de nuestra Santísima Madre como Reina y Madre de todos los santos en esta nueva era por venir. Ella ya jugó un papel esencial en la salvación del mundo, pero su obra no ha terminado. Por su Inmaculada Concepción se convirtió en el instrumento perfecto del Salvador y, como resultado, en la nueva Madre de todos los vivos. Como esta nueva madre, ella deshace la desobediencia de Eva por su libre y continua elección de cooperación perfecta y obediencia al plan divino de Dios. En la Cruz, Jesús le dio a su madre a Juan, que es un símbolo del hecho de que nos la dio a todos nosotros como nuestra nueva madre. Por tanto, en la medida en que somos miembros del Cuerpo de Cristo, miembros del Cuerpo de su Hijo, también somos, por necesidad del plan de Dios, hijos de esta única madre.

Uno de los dogmas de nuestra fe es que al completar su vida en la Tierra, nuestra Santísima Madre fue llevada en cuerpo y alma al Cielo para estar con su Hijo por toda la eternidad. ¡Y ahora, desde su lugar en el cielo, recibe el título único y singular de Reina de todos los vivos! ¡Ella es la Reina del Reino de Dios ahora, y será la Reina de este Reino por toda la eternidad!

Como Reina, también disfruta del don único y singular de ser la mediadora y distribuidora de la gracia. Se entiende mejor así:


–Ella fue preservada de todo pecado en el momento de su Inmaculada Concepción;

–Como resultado, ella fue el único instrumento humano apropiado por el cual Dios pudo encarnarse;

–Dios el Hijo se encarnó a través de ella por el poder y la obra del Espíritu Santo;

–Por medio de este único Hijo divino, ahora en la carne, se realizó la salvación del mundo;

–Este don de la salvación nos es transmitido por gracia. La gracia proviene principalmente de la oración y los sacramentos;  

–POR TANTO, como María fue el instrumento por el cual Dios entró en nuestro mundo, ella es también el instrumento por el cual viene TODA la gracia. Ella es el instrumento de todo lo que resultó de la Encarnación. Por tanto, ¡ella es la Mediadora de la Gracia!

En otras palabras, el acto de mediación de María por la Encarnación no fue solo un acto histórico que tuvo lugar hace mucho tiempo. Más bien, su maternidad es algo continuo y eterno. Es una maternidad perpetua del Salvador del mundo y es un instrumento perpetuo de todo lo que nos llega de este Salvador. 

Dios es la fuente, pero María es el instrumento. Y ella es el instrumento porque Dios así lo quiso. No puede hacer nada por sí misma, pero no tiene que hacerlo sola. Ella no es el Salvador. Ella es el instrumento.

Como resultado de esto, debemos ver su papel como glorioso y esencial en el plan eterno de salvación. La devoción por ella es una forma de simplemente reconocer lo que es verdad. No es solo un honor que le otorgamos al darle las gracias por cooperar con el plan de Dios. Más bien, es un reconocimiento de su papel continuo de mediación de la gracia en nuestro mundo y en nuestras vidas. 

Desde el Cielo, Dios no le quita esto. Más bien, ella es nuestra Madre y nuestra Reina. ¡Y una Madre y Reina digna que es!

Dios te salve, Reina, Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. A ti clamamos, pobres hijos desterrados de Eva. ¡A ti enviamos nuestros suspiros, lamentándonos y llorando en este valle de lágrimas! Vuelve, pues, oh Misericordioso Abogado, tus ojos de misericordia hacia nosotros, y después de este, nuestro destierro, muéstranos el fruto bendito de tu vientre, Jesús. Oh clemente, oh amante, oh dulce Virgen María.

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.


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