viernes, 19 de junio de 2020

El corazón del amor perfecto y la entrega de uno mismo


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¡Mi vida católica!


El corazón del amor perfecto y la entrega de uno mismo
Viernes 19 de junio de 2020

Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús
Viernes siguiente al segundo domingo después de Pentecostés

Lecturas para hoy



Toma mi yugo sobre ti y aprende de mí, porque soy manso y humilde de corazón; y encontrarán descanso para ustedes mismos. Mateo 11:29 (Año A Evangelio)

¡Feliz solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús!

Para algunos, esto puede parecer una celebración antigua y anticuada en la Iglesia. Se puede ver como una de esas fiestas antiguas que tienen poco significado en nuestras vidas hoy. ¡Nada mas lejos de la verdad!

El Sagrado Corazón de Jesús es exactamente lo que necesitamos saber, experimentar y recibir en nuestras vidas hoy. Su corazón, ese corazón que fue atravesado por la lanza y del que fluyó sangre y agua, es el signo, símbolo y fuente del ardiente amor de su alma. La sangre es una imagen de la Santísima Eucaristía y el agua es una imagen de las aguas limpiadoras del bautismo.  

Esta celebración del Sagrado Corazón de Jesús es una celebración de Jesús derramando sobre nosotros toda su vida y todo su amor. No retuvo nada, lo cual está simbolizado por el derramamiento de la última gota de esta sangre y agua de Su Corazón mientras yacía allí muerto en la Cruz. Aunque es una imagen muy gráfica, es gráfica para hacer un punto. El punto, de nuevo, es que no retuvo nada. Tenemos que darnos cuenta de que Jesús continúa dándonos todo si estamos dispuestos a recibirlo.  

Si descubres que necesitas conocer su amor más profundamente en tu vida este día, trata de pasar tiempo reflexionando sobre esta Escritura: "... pero un soldado empujó su lanza hacia su costado e inmediatamente salió sangre y agua" ( Juan 19: 33-34). Pasa tiempo reflexionando sobre ese último auto regalo, el regalo de esa agua y sangre que fluye de Su Corazón herido. Es una señal de su infinito amor por ti. Reflexiona sobre cómo se derrama especialmente para ti. Véalo, sumérjase en él y esté abierto a él. Deja que su amor te transforme y te llene.  

Sagrado Corazón de Jesús, ten piedad de nosotros. Te agradezco, querido Señor, por darme todo. No me ocultaste nada y continúas derramando tu vida por mi bien y por el bien de todo el mundo. ¿Puedo recibir todo lo que me das y no retener nada de ti? Jesús, confío en ti.




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