viernes, 24 de noviembre de 2017

Ayer compartía esta imagen en las redes:
arasanjuan
El Evangelio de hoy, (Lc 19, 41-44) nos muestra a Jesús llorando al mirar desde lejos a Jerusalén, Él ve la maravillosa ciudadela, su Templo, las construcciones, gente comerciando…, etc. pero como siempre, ve más allá, mira el corazón de sus habitantes, y puede ver tanto sufrimiento, hambre, injusticias y un largo etc. y no puede menos que llorar al observar que su mensaje (el Evangelio) no ha sido escuchado, pocos se han convertido ante su predicación. Y ustedes se preguntarán ¿qué tiene que ver esto con la imagen de ayer? Nuestro país está pasando un momento difícil en muchas cosas, una de ellas es el #AraSanJuan y su desaparición. La mayoría de nosotros, sin importar donde estamos, no podemos involucrarnos en la búsqueda, sólo podemos orar y esperar, pero sin dudas, estas naciones que se acercaron con toda su tecnología (y que no me olvido, postergan a muchos pueblos en todo el mundo, son culpables de más de  un mal,…) esta vez, han hecho lo contrario de aquella Jerusalén, han decidido atender al desvalido y darle lo que tienen para ayudarlo en su problema.

Pero cada uno de nosotros, que como decía, poco podemos hacer en esta búsqueda, sin dudas, sí conocemos a alguien cercano, un familiar, un vecino, tal vez no nos agrada mucho, pero que está tan en lo profundo como el #SubmarinoAraSanJuan y aquí la pregunta del título. ¿Cómo se pondrá Jesús al pasar a nuestro lado? ¿que nos encontrará haciendo?
Oración:
Aquí estoy Jesús, aquí estoy María, para hacer tu voluntad todo el día.
Amen

No hay comentarios. :

Publicar un comentario