martes, 21 de junio de 2022

Reflexión 172: Presentación del paciente

 



Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 Días con Santa Faustina

Reflexión 172: Presentación del paciente

¿Eres paciente? Tanto la paciencia como la impaciencia nacen de una lucha dentro de tu voluntad. Hay muchas veces en la vida cuando tu voluntad es atraída por algo que no es Dios, queriendo algo a lo que Dios no te está guiando. La paciencia es una virtud que te permite dar un paso atrás, respirar hondo y redirigir tu voluntad hacia lo que solo Dios ha elegido para ti. La paciencia es el don de la fuerza dentro de ti para negar tus propias tendencias inmediatas en deferencia a lo que el Señor habla suavemente a tu corazón. Cuando tienes paciencia, no estás controlado por la confusión causada por tus emociones desordenadas o sentimientos y deseos indómitos. La paciencia trae orden, enfoque y propósito. Y el don de la paciencia, cuando te permite someter tu voluntad a la Voluntad Divina, da a Dios una gloria inconmensurable (Ver Diario#904).

¿Qué tan paciente de una persona eres? ¿Qué controla tus acciones e influye más en tus decisiones? ¿Estás más controlado por tus deseos desordenados, o por Dios? Reflexiona hoy sobre esta pregunta y haz un acto de sumisión de tu voluntad a la Voluntad de Dios. Hacer esta elección te fortalecerá inmediatamente y hará surgir la virtud de la paciencia en tu alma.

Señor, a veces soy muy impaciente. Permito que muchos sentimientos, emociones y pasiones me controlen y dicten mis acciones. Te entrego mi voluntad en este día. Que se haga en todas las cosas Tu Divina Voluntad antes que la mía. Jesús, en Ti confío.




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