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domingo, 21 de agosto de 2022

la puerta estrecha 21 de agosto de 2022 Vigésimo primer domingo del tiempo ordinario, (año C)

 



Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!

la puerta estrecha
21 de agosto de 2022
Vigésimo primer domingo del tiempo ordinario, (año C)
Lecturas para hoy

“Esforzaos por entrar por la puerta estrecha, porque os digo que muchos intentarán entrar, pero no serán lo suficientemente fuertes”. Lucas 13:24

¿Qué nos dice esta línea? Revela que no podemos entrar al Cielo por nuestra propia voluntad o por nuestro propio esfuerzo. Además, nos dice que aunque algunos tratarán de llegar al Cielo por su propio esfuerzo, este enfoque no funcionará. Al encontrarse con nuestro Señor, después de la muerte, se sorprenderán de que no sean miembros de Su Reino.

Esta declaración clara y un tanto impactante de nuestro Señor debería tener el efecto de hacerte retroceder y mirar tu vida para examinar con sinceridad y humildad el camino en el que te encuentras. La franqueza y claridad de Jesús sobre esta experiencia real que algunos tendrán, debe ayudar a abrir los ojos para examinar honestamente si Él está hablando de usted.

Se necesita verdadera humildad para enfrentar la verdad, a veces, y admitir si estamos tratando de confiar más en nosotros mismos que en Cristo. La “puerta estrecha” es aquella puerta por la que entran los humildes. El orgullo y la autosuficiencia nos llevan a intentar hacer nuestro propio camino al Cielo. Pero este camino nunca es el correcto.

Entrar por la “puerta estrecha” también significa que escuchamos a Dios. Él, como el Pastor divino, nos está llamando siempre con dulzura. Sólo cuando estemos atentos a Su voz sabremos hacia dónde nos conduce. Solo entonces descubriremos el camino a través de la única puerta estrecha.

Reflexiona, hoy, sobre ese momento en el que te encuentras cara a cara con nuestro Señor. ¿Cómo será ese encuentro? ¿Será uno en el que te salude con los brazos abiertos diciendo: “Bien, buen siervo y fiel, entra en tu recompensa”? ¿O será uno en el que Él dice: “No os conozco”. Ahora es el momento de afrontar con honestidad vuestra vida de fe, esforzándoos por confiar únicamente en la fuerza de nuestro divino Señor.

Señor, deseo entrar por la puerta estrecha. Elijo seguir Tu dulce voz, que me lleva al Cielo. Ayúdame a permanecer humilde en la vida, despojándome de todo lo que me lleva a confiar en mí mismo. Que pueda confiar solo en Ti, amado Señor, y confiar en Ti en todas las cosas. Jesús, en Ti confío.



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