Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!
siendo podado
18 de mayo de 2022
Miércoles de la Quinta Semana de Pascua
Lecturas para hoy
San Juan I, Papa y mártir—Memoria facultativa
“Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. El quita en mí toda rama que no da fruto, y todo el que da lo poda para que dé más fruto.” Juan 15:1–2
¿Estás dispuesto a dejarte podar? La poda es necesaria si una planta va a producir abundancia de buenos frutos o hermosas flores. Si, por ejemplo, se deja crecer una vid sin podar, dará muchas uvas pequeñas que no sirven para nada. Pero si se tiene cuidado de podar la vid, se producirá el máximo número de uvas buenas.
Jesús usa esta imagen de poda para enseñarnos una lección similar de dar buenos frutos para Su Reino. Él quiere que nuestras vidas sean fructíferas y quiere usarnos como instrumentos poderosos de Su gracia en el mundo. Pero a menos que estemos dispuestos a pasar por la purificación de la poda espiritual de vez en cuando, no seremos los instrumentos que Dios pueda usar.
La poda espiritual consiste en dejar que Dios elimine los vicios de nuestra vida para que las virtudes puedan nutrirse adecuadamente. Esto se hace especialmente al dejar que Él nos humille y despoje de nuestro orgullo. Esto puede doler, pero el dolor asociado con ser humillado por Dios es la clave para el crecimiento espiritual. Al crecer en humildad, nos volvemos cada vez más dependientes de la fuente de nuestro alimento en lugar de confiar en nosotros mismos, nuestras propias ideas y nuestros propios planes. Dios es infinitamente más sabio que nosotros y si podemos volvernos continuamente hacia Él como nuestra fuente, seremos mucho más fuertes y mejor preparados para dejar que Él haga grandes cosas a través de nosotros. Pero, de nuevo, esto requiere que le dejemos podarnos.
Ser espiritualmente podado significa que activamente dejamos ir nuestra propia voluntad y nuestras propias ideas. Significa que renunciamos al control de nuestras vidas y dejamos que el maestro cultivador se haga cargo. Significa que confiamos en Él mucho más de lo que confiamos en nosotros mismos. Esto requiere una verdadera muerte a nosotros mismos y una verdadera humildad por la cual reconocemos que dependemos completamente de Dios de la misma manera que una rama depende de la vid. Sin la vid, nos marchitamos y morimos. Estar firmemente apegado a la vid es el único camino a la vida.
Ora este día para que permitas que el Señor elimine todo lo que no es de Él en tu vida. Confía en Él y en Su plan divino y sabe que este es el único camino para dar el buen fruto que Dios quiere dar a través de ti.
Señor, te pido que elimines todo mi orgullo y egoísmo. Purifícame de mis muchos pecados para que pueda volverme a Ti en todas las cosas. Y a medida que aprenda a confiar en Ti, que Tú comiences a dar abundancia de buenos frutos en mi vida. Jesús, en Ti confío.
¡Mi vida católica!
siendo podado
18 de mayo de 2022
Miércoles de la Quinta Semana de Pascua
Lecturas para hoy
San Juan I, Papa y mártir—Memoria facultativa
“Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. El quita en mí toda rama que no da fruto, y todo el que da lo poda para que dé más fruto.” Juan 15:1–2
¿Estás dispuesto a dejarte podar? La poda es necesaria si una planta va a producir abundancia de buenos frutos o hermosas flores. Si, por ejemplo, se deja crecer una vid sin podar, dará muchas uvas pequeñas que no sirven para nada. Pero si se tiene cuidado de podar la vid, se producirá el máximo número de uvas buenas.
Jesús usa esta imagen de poda para enseñarnos una lección similar de dar buenos frutos para Su Reino. Él quiere que nuestras vidas sean fructíferas y quiere usarnos como instrumentos poderosos de Su gracia en el mundo. Pero a menos que estemos dispuestos a pasar por la purificación de la poda espiritual de vez en cuando, no seremos los instrumentos que Dios pueda usar.
La poda espiritual consiste en dejar que Dios elimine los vicios de nuestra vida para que las virtudes puedan nutrirse adecuadamente. Esto se hace especialmente al dejar que Él nos humille y despoje de nuestro orgullo. Esto puede doler, pero el dolor asociado con ser humillado por Dios es la clave para el crecimiento espiritual. Al crecer en humildad, nos volvemos cada vez más dependientes de la fuente de nuestro alimento en lugar de confiar en nosotros mismos, nuestras propias ideas y nuestros propios planes. Dios es infinitamente más sabio que nosotros y si podemos volvernos continuamente hacia Él como nuestra fuente, seremos mucho más fuertes y mejor preparados para dejar que Él haga grandes cosas a través de nosotros. Pero, de nuevo, esto requiere que le dejemos podarnos.
Ser espiritualmente podado significa que activamente dejamos ir nuestra propia voluntad y nuestras propias ideas. Significa que renunciamos al control de nuestras vidas y dejamos que el maestro cultivador se haga cargo. Significa que confiamos en Él mucho más de lo que confiamos en nosotros mismos. Esto requiere una verdadera muerte a nosotros mismos y una verdadera humildad por la cual reconocemos que dependemos completamente de Dios de la misma manera que una rama depende de la vid. Sin la vid, nos marchitamos y morimos. Estar firmemente apegado a la vid es el único camino a la vida.
Ora este día para que permitas que el Señor elimine todo lo que no es de Él en tu vida. Confía en Él y en Su plan divino y sabe que este es el único camino para dar el buen fruto que Dios quiere dar a través de ti.
Señor, te pido que elimines todo mi orgullo y egoísmo. Purifícame de mis muchos pecados para que pueda volverme a Ti en todas las cosas. Y a medida que aprenda a confiar en Ti, que Tú comiences a dar abundancia de buenos frutos en mi vida. Jesús, en Ti confío.
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