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jueves, 5 de mayo de 2022

Reflexión 125: El Alma Víctima

 



Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 Días con Santa Faustina

Reflexión 125: El Alma Víctima


¿Sabes que nuestro Señor elige a ciertas personas para una misión específica de sufrimiento? Él escoge a ciertas personas, que son pocas en número, para que se parezcan más a Su sufrimiento inocente aquí en la Tierra. Estas almas santas sufren de muchas y variadas formas. Son la continuación del sufrimiento inocente del mismo Jesús. Tienen una misión muy específica en la Tierra y es una misión que requiere el mayor sacrificio imaginable. La buena noticia, para estos pocos elegidos, es que la corona de gloria que les espera en el Cielo hace que cada acto de sufrimiento aquí en la Tierra valga la pena. Por su sufrimiento, abrazados completamente en la alegría y ofrecidos al Padre por el Hijo, suplen lo que “falta a los sufrimientos de Cristo”, como nos explica san Pablo (Colosenses 1, 24). Aunque esta vocación única se da a unos pocos de manera profunda,Diario #604).

¿Qué haces con tus sufrimientos diarios? ¿Lo “ofreces”? Esta invitación de Jesús, de unir nuestros sufrimientos con los Suyos, es un verdadero llamado que tiene más potencial para la gracia que cualquier otra cosa. Es lo que nos hace más como Él. Es el mayor sacrificio que podemos ofrecer y la oración más poderosa que podemos orar. Piensa en los sufrimientos que encuentras en tu vida. No importa lo que sean, no huyas de ellos. Traten de abrazarlos y ofrézcanlos, con alegría, a nuestro Señor.

Padre Celestial, te entrego, en este día, todas mis alegrías, obras y sufrimientos. Te ofrezco especialmente los sufrimientos que soporto. Te ofrezco todas las formas pequeñas y grandes en las que experimento sufrimiento, dificultad y dolor en mi vida. Que éstos se conviertan en un sacrificio de amor, ofrecido en unión con el único y perfecto sacrificio de Jesús, Tu Hijo. Transformad esta ofrenda y convertidla en fuente de gracia en este mundo. Jesús, en Ti confío.



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