Reflexión 128: La dulzura de encontrar a Jesús

Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 días con santa Faustina

Reflexión 128: La dulzura de encontrar a Jesús


¿Has encontrado la dulzura de Jesús? Él, con el Padre y el Espíritu Santo, viene a ti en las profundidades secretas de tu alma. Allí, en este lugar escondido, desean comunicarse contigo. Su comunicación está más allá de las palabras y los conceptos. Es una comunicación de amor profundo que deja al alma en paz y con un deleite de la mayor dulzura. Su encuentro contigo no es una emoción; Es una unión espiritual (Ver Diario # 622).

¿Cuán profunda es tu relación con Jesús, el Padre y el Espíritu Santo? ¿Es algo más intelectual? ¿Se basa solo en el hecho de que crees en ellos, en su mayor parte? ¿O es algo que va mucho más profundo? El objetivo debe ser llegar a conocer a Dios de una manera real y tangible. Pero ese conocimiento de Él también debe ser personal. Debe convertirse en una relación que se viva y que te sostenga en todas las cosas. Si la Santísima Trinidad vive dentro de ti, y si te permites abrazar esa relación de todo corazón, descubrirás una dulzura interior que abruma cualquier sufrimiento o dificultad que soportes. La dulzura de ese amor te llevará, día tras día, a las glorias del cielo.

Señor, anhelo conocerte, amarte y ser uno contigo. Deseo tenerte viviendo dentro de mi alma, refrescándome con la dulzura de tu presencia. Toma mi vida, dulce Jesús, y úneme con tu perfecto corazón de amor. Jesús, confío en ti.