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lunes, 20 de noviembre de 2023

PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN DÍA 21 DE NOVIEMBRE



PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN

Pensamiento bíblico:

En la Visitación, Isabel dijo a María: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! (...) Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor, se cumplirá». Y María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humildad de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación» (cf. Lc 1,42-50).

Pensamiento franciscano:

Del Saludo de san Francisco a la Virgen: «Salve, Señora, santa Reina, santa Madre de Dios, María, que eres virgen hecha iglesia y elegida por el santísimo Padre del cielo, consagrada por Él con su santísimo amado Hijo y el Espíritu Santo Paráclito, en la cual estuvo y está toda la plenitud de la gracia y todo bien. Salve, palacio suyo; salve, tabernáculo suyo; salve, casa suya. Salve, vestidura suya; salve, esclava suya; salve, Madre suya» (SalVM 1-5).

Orar con la Iglesia:

Proclamemos las grandezas de Dios Padre todopoderoso, que quiso que todas las generaciones felicitaran a María, la Madre de su Hijo, y supliquémosle, diciendo: Que la llena de gracia interceda por nosotros.

-Tú que hiciste de María la madre de misericordia, protege a quienes viven en peligro o están turbados.

-Tú que encomendaste a María la misión de madre de familia en el hogar de Nazaret, haz que, por su intercesión, las madres fomenten en sus hogares el amor y la santidad.

-Tú que fortaleciste a María cuando estaba al pie de la cruz y la llenaste de gozo en la resurrección de su Hijo, levanta y robustece el ánimo de los decaídos.

-Tú que hiciste que María meditara tus palabras en su corazón y fuera tu esclava fiel, haz de nosotros, por su intercesión, dóciles siervos y discípulos de su Hijo.

-Tú que coronaste a María como reina del cielo, haz que, guiados por ella, caminemos siempre hacia la felicidad de tu reino.

Oración: Concédenos, Padre, por intercesión de la Madre de tu Hijo, cuanto te hemos pedido con espíritu filial. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.




 

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