Al Rey de los corazones
Rey de los ángeles y de los santos;.
Rey de los corazones puros e inocentes;
Rey de los reyes, de los sabios,
de los fuertes;
de los vencedores del mundo,
del infierno y de sí mismos.
Rey de bondad infinita que,
a pesar de prever la ingratitud humana,
no quisiste tenerla en cuenta,
instituyendo el Sacramento de la Eucaristía
en el que te das total e incesantemente a todos,
para obligarnos a UNIRNOS a tu corazón.
Disipa, Señor, las tinieblas
que dividen a tus discípulos;
enciende en todos los corazones
el fuego de tu amor,
para que podamos reunir muchas almas
que te adoren y extiendan tu Soberanía
por todo el mundo.
Rey de los ángeles y de los santos;.
Rey de los corazones puros e inocentes;
Rey de los reyes, de los sabios,
de los fuertes;
de los vencedores del mundo,
del infierno y de sí mismos.
Rey de bondad infinita que,
a pesar de prever la ingratitud humana,
no quisiste tenerla en cuenta,
instituyendo el Sacramento de la Eucaristía
en el que te das total e incesantemente a todos,
para obligarnos a UNIRNOS a tu corazón.
Disipa, Señor, las tinieblas
que dividen a tus discípulos;
enciende en todos los corazones
el fuego de tu amor,
para que podamos reunir muchas almas
que te adoren y extiendan tu Soberanía
por todo el mundo.
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