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sábado, 1 de abril de 2023

Domingo de palma

 


¡Mi vida católica!

¡Un camino de conversión personal!

Domingo de palma

Lectura bíblica: La entrada de Jesús en Jerusalén está registrada en los cuatro evangelios. Elija uno o más de los siguientes para leer y meditar:

Lucas 19:28–40 Marcos 11:1–11 Mateo 21:1–11 Juan 12:12–19

Contexto: En el Evangelio de Juan, justo antes de que Jesús entrara en Jerusalén para la semana de la Pascua, Jesús resucitó a Lázaro de entre los muertos. Muchos se habían enterado de esto y estaban asombrados. Imagínense si eso sucediera hoy. Sin duda, se sorprendería o al menos sentiría mucha curiosidad por el hacedor de milagros. Los escribas y fariseos, sin embargo, estaban llenos de envidia. Su envidia llegó a su clímax cuando Jesús entró en la ciudad montado en un burro mientras la gente ponía ramas de palma delante de él, gritando: “¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!” ( Juan 12:13 , RSV-CE). Los escribas y fariseos no podían soportar la popularidad de Jesús y el amor que tanta gente tenía por él. Con este contexto, lea y medite en oración sobre la escena.

Reflexión: Después de leer en oración los pasajes anteriores, reflexione sobre esta escena del Evangelio. Utilice los siguientes puntos si lo desea:

Imagina que estabas allí como espectador. Imagínese escuchar acerca de los milagros de Jesús, ver a Lázaro vivo y luego ver a la multitud tumbar ramas de palma y gritar: "¡Hosanna!" Trate de entrar en escena en oración.
Considere también la envidia de los escribas y fariseos. Imagínese verlos tramar, discutir, ridiculizar.
Considere especialmente al sumo sacerdote, Caifás, quien dijo: “Tú no sabes nada en absoluto; no entendéis que os conviene que un hombre muera por el pueblo, y que no perezca toda la nación” ( Juan 11:49–50 , RSV-CE). Dijo esto después de que Jesús resucitó a Lázaro y justo antes de entrar en Jerusalén.
Reflexiona sobre el contraste de emociones. Algunos amaban a Jesús con gran pasión. Otros lo odiaron y comenzaron a tramar su muerte.
¿Qué estaba pensando Jesús? Recuerde en Lucas 9:51 que Jesús estaba resuelto a ir a Jerusalén para la Pascua. Sabía lo que le esperaba, pero no dudó. En oración, pídale a nuestro Señor que le dé una idea de Su vida interior durante estos eventos.




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