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miércoles, 22 de febrero de 2023

Adoración y el acto de la fe


Adoración y el acto de la fe

Esta Oración es extensa y hermosa, se puede realizar en momentos de crisis sentimental o cuando la persona sienta que tiene algún problema muy fuerte en su entorno, se solicita a Jesús su presencia para poder realizar las alabanzas respectivas, vemos una parte de cómo está conformada esta plegaria:

“Oh Jesús, con mi más viva fe, que estás realmente presente, aquí, delante mío, bajo las especies Eucarísticas; Tú, el Verbo eterno del Padre, engendrado desde todos los siglos y encarnado luego en las entrañas de la Virgen Madre, Jesucristo Redentor y Rey. Creo, realmente, que estás presente en la verdad inefable de Tu Divinidad y de Tu Humanidad.”

“Jesús mío, Te encuentras aquí, presente en la Hostia Consagrada, Santa, con un Corazón desbordante de ternura, un Corazón que ama infinitamente. En Tu Corazón, Jesús, encuentro el Amor Infinito, la Caridad divina: Dios, principio de vida, existente y vivificante. ¡Qué dulce me es, Dios mío, Trinidad Santísima, adorarte en este Sagrario en el que ahora estás!”

“Te adoro, Dios Padre, porque por medio de Cristo has descendido hasta mi humanidad y porque, por Su Corazón adorable, Te has unido tan estrechamente al hombre, a mí, pobre criatura ingrata. Te adoro en este templo, santificado por la presencia siempre actual de Tu Ser divino; me postro hasta la nada, en adoración delante de Tu Majestad Soberana pero, al mismo tiempo, el amor me eleva hasta Ti.”

“Te adoro porque encuentro en Ti todo poder y toda santidad, justicia y sabiduría; porque Tú eres mi Creador y mi Dios. Te amo porque encuentro en Ti toda belleza, toda bondad, toda ternura y toda misericordia. Te amo porque me has hecho el regalo de un tesoro invalorable.”

“Oh, Dios Padre, tanto has amado a tus criaturas que les diste a Tu único Hijo y, para que la Majestad de Tu Verbo no nos infundiese temor y nuestras almas se pudieran dirigir a Él con confianza, lo revestirse de una carne semejante a la nuestra.”

Luego continúa con una serie de reconocimiento donde el resto de los fieles se unen en la plegaria y dicen alguna parte en coro junto a la plegaria principal:

“Te adoro, Dios Padre, por Jesús y en Jesús. Adoro a Jesús, Tu Hijo, quien por Su Humanidad es mi hermano y por Su Divinidad es mi Dios. Te amo por Jesús y con Jesús. Te amo por el Corazón de Jesús, que el amor hizo mío. Te amo en Jesús. Por Él Te llega mi amor, por Él puedo alcanzarte y abrazarte.

oracion al santisimo
Luego comienza una rememoración de las virtudes de Jesús donde participan los fieles dando respuesta a las alabanzas veamos:

Responden los fieles: “Dios mío, reconozco que Tú eres la Bondad Infinita y creo en Tu amor por mí.”

“En el misterio sublime de la Unidad de Tu Naturaleza y de la Trinidad de Tus Personas”, Responden los fieles: “Dios mío, reconozco que Tú eres la Bondad Infinita y creo en Tu amor por mí.”


“En la armonía de Tus perfecciones innumerables”, Responden los fieles: “Dios mío, reconozco que Tú eres la Bondad Infinita y creo en Tu amor por mí.”
“En la riqueza inagotable con que haces los seres de la nada, Responden los fieles: “Dios mío, reconozco que Tú eres la Bondad Infinita y creo en Tu amor por mí.”
“En la pacífica posesión de Tu eterna Bienaventuranza, Responden los fieles: “Dios mío, reconozco que Tú eres la Bondad Infinita y creo en Tu amor por mí.”
“En la sabiduría infinita con que gobiernas todas las cosas, Responden los fieles: “Dios mío, reconozco que Tú eres la Bondad Infinita y creo en Tu amor por mí.”
“En la bondad inefable con que elevas al hombre a la dignidad de hijo Tuyo, Responden los fieles: “Dios mío, reconozco que Tú eres la Bondad Infinita y creo en Tu amor por mí.”
“En la Misericordia infinita con que toleras y conservas al pecador, Responden los fieles: “Dios mío, reconozco que Tú eres la Bondad Infinita y creo en Tu amor por mí.”
“En la conmovedora generosidad con que dispensas tus dones, En la conmovedora generosidad con que dispensas tus dones, Responden los fieles: “Dios mío, reconozco que Tú eres la Bondad Infinita y creo en Tu amor por mí.”
“En el misterioso trabajo de la gracia en la intimidad de las almas, Responden los fieles: “Dios mío, reconozco que Tú eres la Bondad Infinita y creo en Tu amor por mí.”
“En el don purificador de tu Cruz, Responden los fieles: “Dios mío, reconozco que Tú eres la Bondad Infinita y creo en Tu amor por mí.”
“En la maravillosa providencia con que sigues a cada criatura en el curso de su vida, Responden los fieles: “Dios mío, reconozco que Tú eres la Bondad Infinita y creo en Tu amor por mí.”
“En Tu gloria infinita, que comunicas a Tus elegidos haciéndolos eternamente felices en el Cielo Responden los fieles: “Dios mío, reconozco que Tú eres la Bondad Infinita y creo en Tu amor por mí.”
Luego se dice una alabanza de agradecimiento

“En unión con Jesús te agradezco, Dios Padre, por todas las gracias personales que me has concedido. Tú me diste la vida, sacándome de la nada y me la conservaste día a día hasta este momento.”

“Pero Tú Me has dado otra vida más valiosa, la de la gracia, que me hace partícipe de Tu misma vida divina y, después de la primera gracia con la que me santificaste en el día del bautismo, ¡cuántas gracias me han sido concedidas, que conservaron, aumentaron y, tal vez, conquistaron la vida sobrenatural!”

En la Iglesia,
En los Sacerdotes
En los perdones
En la Eucaristía
En la Virgen,
En el Paraíso, que me has preparado y que con Tu gracia espero alcanzar.oracion al santisimo
Y continua la oración diciendo otros agradecimientos mas cortos, con una respuesta de los fieles que dicen: “Te doy gracias, Dios mío”

“Por todo esto, Te doy gracias, Dios mío”
“Por las alegrías que me has permitido gozar, así como por los dolores y las pruebas con que has sembrado mi camino, Te doy gracias, Dios mío”
“Por las gracias conocidas y por las desconocidas, Te doy gracias, Dios mío”
“Por los favores del pasado y los del futuro, Te doy gracias, Dios mío”
“Por todo lo que has hecho en mí y por mí, y por todo lo que todavía querrás hacer en el futuro, Te doy gracias, Dios mío”
“Sobre todo, por haberme llamado al conocimiento de Tu Amor y a consagrarme a él, Te doy gracias, Dios mío”
“Por la luz y la alegría Tuyas, que estoy tan lejos de merecer, Te doy gracias, Dios mío”
“Por la luz y la alegría que el conocimiento de Tu Amor trajo a mi vida, Te doy gracias, Dios mío”
“Por la posesión de Tu amor que Te hace mío y a mí me hace Tuyo, Te doy gracias, Dios mío”
Oración Conclusiva

Es una plegaria que permite dar fin a la Oración al Santísimo, se forma haciendo un agradecimiento y forma de despedida hacia la forma en que Dios nos expresó su voluntad, existen muchas oraciones conclusivas que se pueden hacer en cualquier momento de la realización del acto de cierre de la ceremonia, mostramos entonces una de ellas que puede servir de referencia:

“Oh, Jesús, Sacerdote Eterno, Divino Sacrificado, Tú que en un impulso de incomparable amor a los hombres, Tus hermanos, hiciste brotar de Tu Sagrado Corazón el Sacerdocio cristiano, dígnate continuar derramando sobre Tus ministros, los torrentes vivificantes del Amor Infinito.”

“Vive en Tus Sacerdotes, transformarlos en Ti; hazlos, por Tu gracia, instrumentos de Tu misericordia; obra en ellos y por ellos, y haz que, después de haberse revestido totalmente de Ti, por la fiel imitación de Tus adorables virtudes cumplan, en Tu Nombre y por el poder de Tu Espíritu, las obras que Tú mismo realizaste para la salvación del mundo”.

“Divino Redentor de las almas, mira cuán grande es la multitud de los que aún duermen en las tinieblas del error; cuenta el número de las ovejas descarriadas que caminan entre precipicios; considera la turba de pobres, hambrientos, ignorantes y débiles que gimen en el abandono”.

“Vuelve, Señor, a nosotros por Tus Sacerdotes, revive verdaderamente en ellos, obra por medio de ellos y pasa de nuevo por el mundo, enseñando, perdonando, consolando, sacrificando y renovando los lazos sagrados del amor, entre el Corazón de Dios y el corazón del hombre. Amén”.

También se puede concluir la Oración al santísimo con la siguiente plegaria:

“Haz, oh Jesús, que la Obra de Tu Amor responda siempre plenamente a los fines para los cuales la quisiste; haz que se extienda y se consolide y conquiste todas las almas al Reino dulcísimo de Tu Amor”.

“Oh, Jesús, he pedido Tu Reino. No es necesario que pida nada para mí, tendré todo el resto por añadidura. Tú conoces lo que necesito; mira y haz lo que Tu Corazón Te sugiera. Yo me confío a Tu Corazón, me abandono en Tu dulce Providencia y, mientras, Te doy gracias por el don de estas horas de intimidad Contigo. Te agradezco desde ya, unido a María, por todos los beneficios que Tu Amor me reserva aún en el tiempo y en la eternidad”

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