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sábado, 21 de enero de 2023

Y dejaron todo por Jesús

 

Y dejaron todo por Jesús

¡Buenos días, gente buena!

II Domingo Ordinario A

Evangelio

Mateo 4,12-23

Cuando Jesús se enteró de que Juan había sido arrestado, se retiró a Galilea. Y, dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaúm, a orillas del lago, en los confines de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo que había sido anunciado por el profeta Isaías: "¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, país de la Transjordania, Galilea de los gentiles! El pueblo que se hallaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en las oscuras regiones de la muerte, se levantó una luz."

A partir de ese momento, Jesús comenzó a proclamar: «Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca». 

Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, llamado Pedro, y a su hermano Andrés, que echaban las redes al mar porque eran pescadores. Entonces les dijo: «Síganme, y yo los haré pescadores de hombres». Inmediatamente, ellos dejaron las redes y lo siguieron.

Continuando su camino, vio a otros dos hermanos: a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca de Zebedeo, su padre, arreglando las redes; y Jesús los llamó. Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron. 

Jesús recorría toda la Galilea, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del reino y curando todas las enfermedades y dolencias de la gente.

Palabra del Señor

Y dejaron todo por Jesús

Apenas han arrestado al Bautista, una sombra amenazante cae sobre todo su movimiento. Pero esto, en lugar de hacer aprudentar a Jesús, aumenta la urgencia de su ministerio, lo hace salir al descubierto, ahora le toca a él. Abandona familia, casa, trabajo, deja Nazaret por Cafarnaúm, no lleva nada consigo, solo una palabra: conviértanse, porque el reino de los cielos está cerca. Es el anuncio generador del Evangelio.

Conviértanse es la invitación a revolucionar la vida: cambien la visión de las cosas y de Dios, cambien de dirección, el camino que les han hecho seguir trae tristeza y oscuridad. Jesús intenta ofrecer a través de todo el Evangelio un camino que conduzca al corazón ardiente de la vida, bajo un cielo más azul, un sol más luminoso, y lo mostrará realizado en su vida, una vida buena, hermosa y bienaventurada.

Y este es el porqué de la conversión: el reino está cerca. Y ¿qué es el reino de los cielos o de Dios? El reino de Dios llegará con el florecer de la vida en todas sus formas. El reino es la historia, la tierra como Dios la sueña.

Jesús anuncia: es posible vivir mejor, para todos, y yo conozco el camino: es posible la felicidad. En el discurso del monte dirá: Dios procura alegría a quien produce amor. Este es el sentido de las Bienaventuranzas. Evangelio del Evangelio.

Este reino se ha hecho cercano. Es como si dijera Jesús: es posible una vida buena, hermosa y feliz: además está cercana. Dios ha llegado, está aquí, cercanísimo a ti, como una fuerza poderosa y benéfica, como levadura, una semilla, un fermento. Nada lo agotará.

Y en seguida, Jesús convoca personas para compartir su camino: los haré pescadores de hombres. Escucha, Alguien tiene algo muy hermoso que decirte, tan hermoso que parece increíble, tan fascinante que los pescadores son seducidos, abandonan todo, como quien encuentra un tesoro. La hermosa noticia es esta: la felicidad es posible y está cerca. Y el Evangelio tiene la llave. Y la llave es esta: nuestra tristeza infinita solo se cura con un amor infinito (EG).

El Evangelio posee el secreto, su palabra responde a las necesidades más profundas de las personas. Cuando se relata adecuadamente y con belleza, el Evangelio ofrece respuestas a las necesidades más profundas y pone a disposición un tesoro de vida y de fuerza que no engaña, que no defrauda. La conclusión del pasaje es una síntesis fascinante de la vida de Jesús. Caminaba y anunciaba la buena nueva, caminaba y curaba la vida.

Jesús camina hacia nosotros, gente del camino, camina de rostro en rostro y muestra con cada acto suyo que Dios está aquí, con amor, el único capaz de sanar el corazón. Este también será mi anuncio: Dios está contigo, con amor. Y sanará tu vida.

¡Feliz Domingo!

¡Paz y Bien!

Fr. Arturo Ríos Lara, ofm


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