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lunes, 20 de junio de 2022

Reflexión 171: Comparando la Tierra con el Cielo

 



Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 Días con Santa Faustina

Reflexión 171: Comparando la Tierra con el Cielo


Trata de imaginar lo que pensarás sobre este tiempo en la Tierra cuando llegues al Cielo. ¿Echarás de menos esta vida? ¿Querrás volver? ¿Deseará ganar más dinero mientras esté aquí o tener más éxito en el mundo? Probablemente no. Comparado con el Cielo, este mundo es lamentable. Eso no significa que nuestras vidas no puedan ser gloriosas aquí, solo significa que el Cielo será infinitamente más glorioso. Por eso, debemos poner nuestra mirada constantemente en construir un verdadero tesoro que perdure para siempre. Nuestra única preocupación debe ser el Cielo y hacer todo lo que el Señor nos llama a hacer aquí y ahora para alcanzar esa gloria. No pierda ni un momento perdiendo el tiempo en cosas que no significarán nada para usted en el Cielo. En cambio, dediquen todo su tiempo a “construir su mansión Celestial” a través de una vida de pura fe y caridad, creciendo en un inmenso amor a Dios.Diario #899).

¿Qué ocupa tus pensamientos y sueños diarios? ¿Cuál es el objeto de tu esperanza y mayor deseo? Trate de evaluar esto honestamente y no tenga miedo de admitirlo si descubre que sus objetivos principales son esas cosas pasajeras y, en última instancia, sin importancia. Al descubrir esto, dirija sus ojos al Cielo y al amor de Dios. Considere formas prácticas en las que pueda reenfocar su vida para que se entregue por completo al propósito para el que fue creado, es decir, amar a Dios con todo su corazón, mente, alma y fuerzas y amar a su prójimo como a sí mismo. A menos que este sea su objetivo central en la vida, tiene el objetivo equivocado. Oren y entréguense a Dios y redirijan todas las cosas a Él.

Señor, deseo hacer de Ti y de Tu santa Voluntad el foco central de mi vida. No elijo otra cosa que amarte a Ti y a mi prójimo. Ayúdame a ser diligente en la construcción de Tu Reino en la Tierra para que pueda disfrutar eternamente de Tu Reino en el Cielo. Jesús, en Ti confío.



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