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miércoles, 22 de junio de 2022

Dando buenos frutos 22 de junio de 2022 Miércoles de la Duodécima Semana del Tiempo Ordinario

 



Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!

Dando buenos frutos
22 de junio de 2022
Miércoles de la Duodécima Semana del Tiempo Ordinario
Lecturas para hoy

San Paulino de Nola, obispo—Memoria facultativa

Santos Juan Fisher, obispo y mártir y Tomás Moro, mártir—Memoria opcional



“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por debajo son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿La gente recoge uvas de los espinos o higos de los cardos? Mateo 7:15-16

La respuesta obvia a esta pregunta de Jesús es “No, la gente no recoge uvas de los espinos”. En otras palabras, una persona mala no puede dar buenos frutos.

Esta declaración de nuestro Señor puede darnos mucha orientación en el área del discernimiento. En primer lugar, es importante ser consciente del hecho muy simple de que existen los "falsos profetas". Esto puede entenderse como cualquiera que engaña activamente a otro con el pretexto de hacer el bien. Algunos pueden hacer esto sin saberlo, pero normalmente el que actúa como un lobo con piel de cordero lo hace con la intención de obtener alguna forma de ganancia egoísta. La ganancia egoísta por la que están motivados podría ser muchas cosas, pero por lo general se aplica el principio básico del egoísmo.

A modo de ejemplo secular, tomemos a un vendedor de autos usados ​​que engañosamente le dice a un posible comprador de autos que un auto en particular es maravilloso, cuando el vendedor en realidad sabe que el auto tiene serios problemas mecánicos. Su objetivo es la venta del automóvil por una ganancia egoísta sin preocuparse por el daño causado al comprador inesperado.

De manera similar, muchos de nosotros podemos tener la tentación de "hablar dulcemente" a las personas o decir lo que creemos que los demás quieren escuchar para lograr que hagan lo que queremos. Esto es engañoso y engañoso.

Cuando se trata de discernimiento, la clave que nos da Jesús es mirar el fruto de lo que alguien dice o hace. Inevitablemente, cuando algo sale del Corazón de nuestro Señor y está de acuerdo con Su voluntad, el fruto será bueno. Pero cuando es engañoso o engañoso, disfrazado de “bondad” superficial, el resultado final, el fruto que nace, es como máximo uvas agrias.

Reflexiona, hoy, sobre cualquier cosa en tu vida que te esfuerces por decidir o discernir. Si realmente desea conocer la voluntad del Señor en sus decisiones diarias, intente mirar más allá de la elección inmediata a los efectos que esta elección tendrá en el futuro. Si sinceramente ves la bondad como resultado de ciertas elecciones, debes saber que esta es una buena señal de que es buena y del Señor. Si ves efectos negativos de ciertas decisiones, produciendo malos frutos, entonces es una buena señal de que la decisión que estás contemplando no es de Dios. Elige el buen fruto y estarás eligiendo la voluntad de Dios.

Señor de la verdadera fecundidad, dame la gracia de discernir tu santa voluntad en mi vida. Ayúdame, especialmente, a ver el buen fruto que resulta de seguirte siempre. Mientras das buenos frutos en mi vida, amado Señor, ayúdame a continuar por ese camino santo hacia la abundancia de toda buena dádiva. Jesús, en Ti confío.



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