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lunes, 9 de mayo de 2022

La voz del pastor 9 de mayo de 2022 Lunes de la IV semana de Pascua

 



Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!

La voz del pastor
9 de mayo de 2022
Lunes de la IV semana de Pascua
Lecturas para hoy


Nota: En el año A, cuando se lee este Evangelio el domingo anterior, se usa hoy Juan 10:11-18.

“...las ovejas oyen su voz, cuando llama a sus propias ovejas por nombre y las saca fuera. Cuando ha echado fuera a todos los suyos, va delante de ellos, y las ovejas lo siguen, porque reconocen su voz. Pero no seguirán a un extraño; huirán de él, porque no reconocen la voz de los extraños.” Juan 10:3–5

¿Con qué estás más familiarizado en la vida? ¿Qué voz o voces resuenan en tu mente la mayor parte del tiempo? Hay muchas influencias que recibimos regularmente. Algunos son buenos y otros no tan buenos. A menudo podemos convencernos a nosotros mismos de que las muchas “voces” o influencias que encontramos a diario no nos afectan. Estamos presionados por la voz de los medios, la cultura pop, el amor al dinero, el deseo de reconocimiento y mucho más. Estas son influencias poderosas y, queramos creerlo o no, nos afectan.

El Evangelio anterior nos da una idea de esta lucha interna en el sentido de que contrasta la voz del Pastor con la voz de un extraño. Las ovejas son fácilmente educadas y condicionadas. Aprenden la voz de su pastor porque era una práctica común que los pastores hablaran regularmente a sus ovejas. Una vez que las ovejas se acostumbraban a la voz del pastor, se volvían y lo seguían cuando los llamaba.

Así es con nosotros. Seguiremos la voz de aquello con lo que estamos más familiarizados. Sea lo que sea en lo que nos sumerjamos todos los días, crecerá en nosotros y nos atraerá, incluso sin saberlo, a seguir.

Esto plantea la pregunta: "¿Con qué estás más familiarizado?" Idealmente, pasamos suficiente tiempo en la Palabra de Dios, aprendiendo Su lenguaje, tono y voz. Idealmente, dedicamos una parte de nuestro día, todos los días, a la contemplación silenciosa de Dios. Al hacer esto, desarrollamos el hábito de escucharlo hablar y nos sentimos cómodos y consolados por Su voz.

Una vez que este hábito se establezca en nosotros, será mucho más fácil pasar nuestro día ocupado escuchando a Dios cada vez que Él elija hablar. Inmediatamente reconoceremos que es Él y lo seguiremos.

Reflexiona, hoy, sobre lo que más te llama. No dejes que las muchas otras voces en nuestro mundo ahoguen la voz de Dios. En cambio, prepárate para los momentos que Él elija para hablar. Y cuando Él hable, deje que esa voz capte su atención para que pueda seguirlo.

Mi Señor que habla, ayúdame a conocer y amar Tu dulce voz a lo largo de mi vida diaria. Que esa voz abrume a todas las demás que compiten por mi atención. Te elijo a Ti, querido Señor, como mi único Pastor y guía. Jesús, en Ti confío



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