365 Días con Santa Faustina
Reflexión 112: El amor de Dios aumenta nuestro deseo por Dios
Cuando amas a Dios y te regocijas en ese amor, tu deseo por Dios aumentará. Cuanto más lo conozcas, más querrás conocerlo, y cuanto más quieras conocerlo, más lo conocerás. Del mismo modo, cuanto más lo ames, más querrás amarlo, y cuanto más quieras amarlo, más lo amarás. Finalmente, cuanto más le sirvas, más querrás servirle, y cuanto más quieras servirle, más le servirás. El conocimiento, el amor y el servicio aumentan el deseo por estos, y el aumento del deseo por estos tres aumenta cada uno (Ver Diario #525).
¿Quieres conocer, amar y servir a Dios con todo tu corazón, mente, alma y fuerzas? Espero que lo hagas. ¿Cómo se logra esto? Se logra creciendo en estas virtudes y permitiéndoles aumentar aún más su deseo por ellas. Mira, hoy, tus deseos. Indaga, en tu interior, acerca de los deseos de tu corazón. Si no ves un deseo sincero de conocer, amar y servir a Dios, entonces comprométete con estos fines eligiéndolos. A partir de ahí, el Señor os tomará el relevo y os dirigirá según su propio Corazón misericordioso.
Señor, aumenta mi deseo por Ti y por Tu Divina Voluntad. Ayúdame a conocerte, amarte y servirte con todo mi ser. Aumenta, también, mi deseo por Ti de esta manera. Jesús, en Ti confío.
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