Publicado el lunes, 3 enero 2022| Comentarios desactivadosen Martes tiempo de Navidad (4 enero 2022)
De Corazón a corazón: 1Jn 3,7-10 (“El que ha nacido de Dios no peca, porque la semilla de Dios permanece en él”); Jn 1,35-42 (“¿Dónde vives?… Venid y lo veréis… Permanecieron con él”)
Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: El verdadero encuentro con Cristo ya no se puede olvidar jamás. Se le encuentra cuando no se tienen prisas en el corazón y cuando se quiere vivir la realidad como servicio de donación. Propiamente es el mismo Cristo que se hace encontradizo, escondido en la realidad cotidiana. Entonces ya no se puede prescindir de él ni se puede dudar de su amor. Tempestades las habrá siempre, también sin lógica ni sentido aparente. Pero sentiremos la mano de Cristo presente que nos aprieta la nuestra, si escuchamos su palabra y le acompañamos en la Eucaristía.
*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: Estamos invitados a imitar a "los pastores, que fueron aprisa y vieron al Hijo de Dios, y lo trajeron metido espiritualmente en sus entrañas" (S. Juan de Ávila, Sermón 55). La mirada de María les contagió de amor a Cristo. “Dejémonos mirar por los ‘ojos misericordiosos’ de la Virgen, ¡porque nadie que haya pedido su ayuda ha sido abandonado jamás!” (Papa Francisco, 8 diciembre 2021)
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