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martes, 21 de diciembre de 2021

¡Un infante se regocija en la presencia del Señor! Martes 21 de diciembre de 2021

 




Reflexiones diarias católicas
¡Mi vida católica!

¡Un infante se regocija en la presencia del Señor!
Martes 21 de diciembre de 2021
Lecturas del día de la semana de Adviento
para hoy

San Pedro Canisio, sacerdote y médico — Memorial opcional

“Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. ¿Y cómo me pasa esto, que la madre de mi Señor venga a mí? Porque en el momento en que el sonido de tu saludo llegó a mis oídos, el niño en mi vientre saltó de alegría. Bienaventurado el que creyó que se cumpliría lo que le había dicho el Señor ”. Lucas 1: 42b – 45

Hay mucho que aprender de este hermoso pasaje que Isabel le dijo a nuestra Santísima Madre. En primer lugar, vemos el tono general de su saludo. Es de mucho cariño. Es fácil percibir la auténtica alegría en el corazón de Isabel cuando se encuentra con la Madre de Dios y su Señor morando dentro del vientre de la Madre María.

"¿Y cómo me pasa esto, que la madre de mi Señor venga a mí?" Esta línea revela que Isabel se alegró mucho de su encuentro con María y vio este encuentro como una bendición abundante. Esto es interesante ya que Elizabeth era mucho mayor que Mary. Ella podría haber “esperado” que Mary estuviera allí y haber dado por sentada su visita. Pero no lo hizo, lo vio con mucha gratitud.

También está claro que Isabel no es la única que tiene la bendición de encontrarse con la Madre de Dios y su Hijo. El bebé de Isabel, Juan el Bautista, que vive dentro de su vientre, también está lleno de gozo y salta como expresión de ese gozo. Qué efecto tan asombroso tiene esta visita tanto en Elizabeth como en su hijo por nacer.

Esto debería plantear una pregunta en su propio corazón. ¿Percibes la presencia de Cristo cuando viene a ti? Si Isabel y su hijo por nacer pudieron percibirlo, ¿no deberíamos nosotros también poder percibirlo? Cuando ingresa a una iglesia, por ejemplo, ¿se da cuenta de inmediato de la presencia divina de nuestro Señor? ¿Sientes su cercanía? Y cuando lo recibes en la Sagrada Comunión, ¿tu corazón se fija intensamente en que el Salvador viene a ti y reside dentro de ti? Esto requiere fe y ojos fijos en la venida y la presencia del Señor.

Ore hoy por el don de ver. Ore para que nuestro Señor le dé los ojos que necesita para percibir Su divina presencia a su alrededor. Y ore, especialmente, para que su mente y corazón estén abiertos a Su divina presencia cuando lo encuentre y lo reciba en la Sagrada Comunión.

Señor, deseo verte y conocerte. Deseo discernir tu presencia a mi alrededor y en todos los sentidos en que vienes a mí. Ayúdame, especialmente, a estar atento a Tu presencia en la Sagrada Comunión. Que mi corazón siempre salte de gozo por que vengas a mí de la manera más perfecta. Jesús, en Ti confío.



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