Páginas

martes, 16 de noviembre de 2021

Reflexión 320: Un corazón celoso

 



Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 días con santa Faustina

Reflexión 320: Un corazón celoso

Una de las cosas más fáciles que puedes hacer en la vida es ser perezoso. Imagínese si no tuviera responsabilidades, tuviera toda la riqueza que pudiera desear y pudiera pasar sus días en el lujo y la relajación. Esto fomentaría un corazón muy perezoso y también fomentaría un corazón muy triste. El descanso es bueno, pero el descanso excesivo puede convertirse en pereza y, en última instancia, la pereza se vuelve muy aburrida. Este hecho también revela la verdad opuesta. Es decir, un corazón celoso es aquel que encuentra gran entusiasmo en las actividades del día. Aunque algunos pueden obsesionarse con el trabajo, convertirse en un "adicto al trabajo", un equilibrio adecuado entre el descanso y el trabajo produce la virtud de un corazón celoso. ¿Eres celoso? Hay muchas cosas por las que uno puede ser celoso en la vida, y no todas son buenas o están dentro de la Voluntad de Dios. Pero el celo por la salvación de las almas, y la realización del Reino de Dios es un celo que todos debemos esforzarnos por fomentar. De hecho, nuestro Señor quiere que tengas esto como la máxima prioridad en la vida. A medida que creces en santidad y cercanía con nuestro Señor, Él te enviará a cultivar la Tierra con Su Misericordia. Hacer esto con gran celo gana muchas almas para el Reino y produce abundante gozo en su corazón (VerDiario # 1548).

¿Luchas con un corazón perezoso o con un corazón celoso? Si es perezoso, observe los efectos de esto en su vida. El aburrimiento y la insatisfacción que experimenta es un resultado directo. Sin embargo, si eres celoso y diligente en la vida, ¿por qué estás celoso? Reflexione honestamente sobre esto hoy y trate de crecer en un celo ardiente por la edificación del Reino de Dios.

Señor, te ofrezco todo mi trabajo y mis talentos. Úsalos para tu gloria. Ayúdame a tener verdadero celo por Tu Reino y a trabajar incansablemente por Tu gloria. Jesús, deseo ser un instrumento de Tu perfecta Misericordia en el mundo. Úsame como quieras. Jesús, en Ti confío.





No hay comentarios.:

Publicar un comentario