Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 días con santa Faustina
Reflexión 290: Los sufrimientos corporales redimidos
Muchas personas disfrutan de una salud excelente, mientras que otras no. Algunos experimentan un gran malestar físico en la vida debido a enfermedades o vejez. Aunque muchos buscan formas de aliviar este malestar físico, hay que decir que estos dolores ofrecen una oportunidad para la gracia. Primero, se gana mucha gracia en la vida de la persona que sufre cuando ese sufrimiento se abraza libremente. La gracia también se puede ganar para la vida de otros cuando se ofrece el sufrimiento físico como una oración por su bien. La forma en que se gana esta gracia no es tanto por el sufrimiento mismo; más bien, se gana a través de la libre elección de abrazar ese sufrimiento como un sacrificio. Esta negación de la propia voluntad se convierte en una puerta abierta al almacén de la Misericordia en el Cielo. Dios sonríe ante estos sacrificios físicos y especialmente ante la libre elección de su abrazo.Diario # 1428).
¿Tiene dolor físico o malestar en su vida? Si es así, es normal buscar formas de aliviarlo. Pero reflexiona sobre esta profunda verdad espiritual de que tu sufrimiento puede transformarse en gracia. Si lo duda, mire la Cruz. El dolor físico que nuestro Señor soportó puede que no se correspondiera con Su sufrimiento interior, pero era parte de Su perfecta Voluntad ofrecer Su dolor físico al Padre por la redención del mundo. No dudes del valor de tu libre abrazo de cada dolor e incomodidad. Dáselo a Dios y serás bendecido como otros son bendecidos a través de esta ofrenda.
Señor, te ofrezco en este día todo el dolor y la incomodidad que siento ahora y sentiré en el futuro. Ayúdame a abrazar este sufrimiento con un abrazo libre. Lo elijo, querido Señor, y te lo ofrezco para que lo transformes en Tu Misericordia. Jesús, en Ti confío.
365 días con santa Faustina
Reflexión 290: Los sufrimientos corporales redimidos
Muchas personas disfrutan de una salud excelente, mientras que otras no. Algunos experimentan un gran malestar físico en la vida debido a enfermedades o vejez. Aunque muchos buscan formas de aliviar este malestar físico, hay que decir que estos dolores ofrecen una oportunidad para la gracia. Primero, se gana mucha gracia en la vida de la persona que sufre cuando ese sufrimiento se abraza libremente. La gracia también se puede ganar para la vida de otros cuando se ofrece el sufrimiento físico como una oración por su bien. La forma en que se gana esta gracia no es tanto por el sufrimiento mismo; más bien, se gana a través de la libre elección de abrazar ese sufrimiento como un sacrificio. Esta negación de la propia voluntad se convierte en una puerta abierta al almacén de la Misericordia en el Cielo. Dios sonríe ante estos sacrificios físicos y especialmente ante la libre elección de su abrazo.Diario # 1428).
¿Tiene dolor físico o malestar en su vida? Si es así, es normal buscar formas de aliviarlo. Pero reflexiona sobre esta profunda verdad espiritual de que tu sufrimiento puede transformarse en gracia. Si lo duda, mire la Cruz. El dolor físico que nuestro Señor soportó puede que no se correspondiera con Su sufrimiento interior, pero era parte de Su perfecta Voluntad ofrecer Su dolor físico al Padre por la redención del mundo. No dudes del valor de tu libre abrazo de cada dolor e incomodidad. Dáselo a Dios y serás bendecido como otros son bendecidos a través de esta ofrenda.
Señor, te ofrezco en este día todo el dolor y la incomodidad que siento ahora y sentiré en el futuro. Ayúdame a abrazar este sufrimiento con un abrazo libre. Lo elijo, querido Señor, y te lo ofrezco para que lo transformes en Tu Misericordia. Jesús, en Ti confío.
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