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martes, 8 de junio de 2021

Reflexión 159: Misericordia a la hora de tu muerte

 



Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 días con santa Faustina

Reflexión 159: Misericordia a la hora de tu muerte

Cada vez que rezamos la oración del “Ave María”, rezamos por la hora sagrada de nuestra muerte. Al hacerlo, confiamos esa hora a nuestra Santísima Madre para que interceda por nosotros en el momento que más lo necesitemos. Otra santa oración para hacer en preparación para esa hora es la Coronilla de la Divina Misericordia. Con demasiada frecuencia tememos el momento de nuestra muerte. Y aunque esto es comprensible hasta cierto punto, debemos permitir que nuestro Señor nos revele la importancia y el carácter sagrado de ese momento santo. Todo en esta vida debe ser solo una preparación para esta última hora de nuestra vida terrenal. Si hemos buscado la abundante Misericordia de Dios durante toda la vida, entonces estaremos seguros de Su Misericordia en nuestro paso a la siguiente. Si no lo hemos hecho, aún debemos confiar en que Su Misericordia es infinita y, mientras tengamos aliento y vida, Él se ofrece a inundarnos con Su santo regalo (VerDiario # 811).

¿Temes la hora de tu muerte? ¿O temes la hora de la muerte de tus seres queridos? Si bien esto es normal y comprensible, debemos esforzarnos por ver esa hora como una hora de gran Misericordia. Dios ama con profundo amor al alma que se encuentra en esta última hora de vida. Mira con santa anticipación el alma que desea la unión plena e inminente que le espera. Reflexiona sobre tu hora sagrada. Sepan que nuestro Señor desea comenzar hoy su preparación para este momento aumentando continuamente Su Misericordia dentro de ustedes. Deja que la Misericordia se derrame y deja que prepare tu corazón para el momento en que tengas el privilegio de ver a nuestro Señor cara a cara.

Bendita Madre, ruega por mí ahora y en la hora de mi muerte. Querido Jesús, deseo que mi corazón esté siempre preparado para el momento en que me llames a Ti. Que todo lo que hago en esta vida se convierta en una preparación para ese momento que pasa, y que reciba en esta hora una abundancia de Tu Misericordia. Señor, por favor, dame también la gracia de ayudar a preparar a otros para esta hora sagrada y de orar por ellos fervientemente cuando llegue ese momento. Jesús, en Ti confío.



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