Páginas

domingo, 9 de agosto de 2020

Reflexión 222: Sentirse abrumado


Misericordia Divina 660x400


Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 días con santa Faustina


Reflexión 222: Sentirse abrumado


Hay días en los que lo más probable es que te sientas abrumado por una cosa u otra. Puede ser que te encuentres con mucha responsabilidad y estés ansioso por poder cumplir adecuadamente con tus deberes. O puede sentirse abrumado por la razón opuesta, encontrando que la vida parece estar estancada y no está seguro de qué hacer a continuación. En estos momentos, de sentirnos abrumados, debemos realizar un acto de confianza en Dios. Lo cierto es que Dios podría entrar en cualquier situación en un instante y transformarla, permitiéndonos afrontar lo que tenemos ante nosotros con la facilidad de un niño. Pero no siempre hace eso. A veces nos permite esperar en Él para que la situación que enfrentamos nos ayude a purificarnos y nos impulse a una mayor entrega y amor. Sepa que Dios lo ama y que podría hacer cualquier cosa para aliviar su lucha de inmediato. Saber eso te ayudará también a darte cuenta de que, a veces, Él permanece a una distancia aparente como un acto de Misericordia oculta. Es una Misericordia porque Su sabiduría es perfecta y siempre actuará de la manera más fructífera para tu alma (VerDiario # 1153).

Mire su vida en este día e identifique aquello que parece ser su mayor lucha. ¿Cómo te hace sentir eso? Si se siente abrumado, haga una pausa y trate de ver la sabiduría de Dios. Él nunca te abandonará y es posible que en realidad te esté ofreciendo un regalo oculto de Misericordia a través del cual Él te está llamando a una mayor santidad que si inmediatamente hiciera tus cargas ligeras y fáciles.

Señor, ayúdame a confiar en Ti, especialmente cuando me siento abrumado por las dificultades de la vida. Que nunca dude de tu perfecto amor y perfecta sabiduría en todas las cosas. Dame la gracia de ver más allá de lo que me agobia, para descubrir la Misericordia oculta que me ofreces para purificar y fortalecer mi alma. Te agradezco por todas las cosas, querido Señor. Jesús, en Ti confío.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario