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jueves, 11 de junio de 2020

Reflexión 163: Glorificando a Dios en tu "miseria"


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Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia

365 días con santa Faustina


Reflexión 163: Glorificando a Dios en tu "miseria"



¿Ves la miseria de tu propia alma? Algunos pueden ofenderse por tal pregunta. Pero si entendemos la Misericordia de Dios, y nos damos cuenta de que es nuestra "miseria" lo que le permite a Él ser más glorificado, no rehuiríamos tal pensamiento. Muchos quieren ser santos y verse a sí mismos como santos. Es fácil pensar: "Si soy bueno, Dios estará complacido". Pero de lo que no nos damos cuenta es que Dios se glorifica más cuando vemos nuestra pequeñez, nuestra nada y nuestra miseria ante Él. Es entonces cuando Él puede manifestar Su gloria en la mayor medida a través de nosotros. Es cierto que tenemos una dignidad y un valor infinitos como personas como resultado de ser hechos a la imagen de Dios y como resultado de que Dios asuma nuestra naturaleza humana. Pero en nuestras acciones, somos pecadores incapaces de hacer algo bueno. Cuando nos damos cuenta de esto, Abrimos la puerta para que Dios entre y manifieste Su Misericordia. Lo dejamos actuar a través de nuestra debilidad y hacer cosas gloriosas. Esta es la forma en que damos gloria a Dios (VerDiario # 836).


Cuando considera su santidad, ¿tiende a pensar muy bien de sí mismo, como si hubiera hecho muchas cosas buenas por Dios? Esto es orgullo La humildad es la virtud que le permite ver su debilidad y su completa dependencia de la Misericordia de Dios. Te permite darte cuenta de que sin Él, no puedes hacer nada. Te permite gritar con San Pablo: "Hombre miserable que soy" (Romanos 7:24). Pero en ese clamor, también percibes la misericordia ilimitada de Dios usándote en tu debilidad y, por lo tanto, te conviertes en una imagen de su gloria.


Señor, ayúdame a ver claramente mi debilidad. Ayúdame a humillarme ante Tu grandeza y, en ese acto, a estar abierto a Tu poder transformador en mi vida. Te entrego mi pequeñez, querido Señor. Manifiesta tu gloria a través de mí como lo desees. Jesús, confío en ti.



























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